Sin gente se observaron los pocos bares que abrieron sus puertas ayer, con el pretexto del encuentro Pumas-Chivas en la final del Torneo de Clausura del Futbol Mexicano. La mayoría de los asiduos parroquianos prefirió verlo desde la comodidad de su hogar, ya que el partido fue transmitido por señal abierta, lo que provocó el desaire para los dueños de los ?antros? que esperaban tener jugosas ganancias.