EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- ?Iba a matarlo, no a herirlo?, fueron las palabras que dijo Francisco Javier Negrete López, a sus captores cuando lo enteraron de que Juvencio Castillo Ortiz había fallecido a consecuencia del atentado de que fue objeto por parte del detenido, sin importarle que estuviera presente el pequeño hijo del occiso.
De 30 años de edad, vecino de avenida Constitución No. 71 poniente de la colonia Barrio Monterrey, de San Pedro, Coahuila, Francisco Javier respiró aliviado al enterarse por los agentes de la Policía Ministerial que lo capturaron momentos después de la balacera registrada el pasado miércoles 13 del presente mes y año en pleno centro de la ciudad.
?No iba a herirlo sino a matarlo?, expresó Negrete López poco después de saber la noticia de que su víctima había fallecido.
Aunque existen testigos que lo vieron que iba acompañado por el pequeño hijo del occiso cuando empuñó el rifle marca Marlin, calibre .45 con la que ultimó de cuatro tiros a Juvencio, el detenido lo niega.
Alicia Martínez Valle, de 55 años , tía de Juvencio y quien lo acompañaba al igual que Juan Sánchez Muñoz, de 37, cuando ocurrió el atentado, afirma categóricamente que el menor se hallaba en el asiento del copiloto cuando Francisco Javier disparó casi a quemarropa contra su sobrino, que recibió el primer impacto en el pecho y luego hizo una corta ráfaga, hiriéndolo en tres ocasiones más.
?Al llegar al despacho del abogado que realizaba los trámites de divorcio de Juvencio así como de la patria potestad de su menor hijo, se nos emparejó una camioneta Chevrolet, pick up, color azul marino, modelo 1995, placas EP-11067, con vidrios ahumados?, refiere Alicia.
?De pronto el conductor, quien resulta ser Francisco Javier Negrete López, baja el cristal del copiloto, donde se encuentra el niño y es cuando mi sobrino se aproxima para verlo y cuando estuvo más cerca, Francisco Javier empuña el rifle y le dispara?, asegura la mujer durante su declaración ante el Ministerio Público y asevera ?así es como ocurrieron los hechos?.
Debido a la cercanía entre el arma homicida y el occiso, éste resultó con residuos de pólvora que dieron positivo en la prueba del rodisonato, mas nunca realizó disparos, pues andaba desarmado.
El motivo, de acuerdo a lo informado por el Ministerio Público, fue que el presunto homicida sostiene relaciones amorosas con la ex pareja del fallecido, quien se hallaba separado desde hace tiempo y realizaba los trámites para el divorcio y la obtención de la patria potestad de su menor hijo.