EFE
MIAMI, EU.- La rockera mexicana Alejandra Guzmán, ignorando el sentir de sus famosos padres y de la opinión pública de su país, ha vuelto a reconciliarse con su ex novio, Gerardo Gómez de la Borbolla, quien tiene cuentas pendientes con la justicia.
?Me vale ma... lo que digan de mi novio?, dijo la rebelde e indomable hija del legendario cantante Enrique Guzmán y de la veterana actriz Silvia Pinal.
Después de varios meses de distanciamiento, Guzmán y Gómez han sido vistos paseando su amor en unas vacaciones muy románticas en Venecia. La semana pasada, ambos estuvieron juntos en Los Ángeles en la ceremonia del premio Grammy Latino, al cual Guzmán estaba nominada.
La cantante ha negado que esté embarazada y, por lo que da a entender, está dispuesta a seguir adelante con un noviazgo contracorriente y ha manifestado que se casará con Gerardo Gómez de la Borbolla cuando él arregle sus ?problemas?.
Gómez ha sido acusado en los estados mexicanos de Quintana Roo de falsificación de tarjetas de crédito y en el de Morelos por una presunta vinculación a una banda de robo de coches. El enamorado de la rockera es cuñado del gobernador de ese estado.
Enrique Guzmán, quien se repone de una operación al corazón, no ha ocultado su enfado por la reconciliación, pero ha declarado que siempre apoyará a su hija. ?Aunque esté un poco loca, tengo que aceptarla como es?, aseguró.
El veterano cantante y empresario musical se quejó que Gómez quiera vivir a costa de su hija, que pretenda ser su representante y que siempre se inmiscuya en sus negocios.
Guzmán fue entrevistado el lunes en el programa Ventaneando de TV Azteca, donde declaró que había recibido amenazas de muerte de parte del novio de su hija. El martes, Guzmán debía responder a las acusaciones en el mismo espacio.
Alejandra Guzmán está apostando fuerte por entrar en el mercado de Estados Unidos, donde ha sido bien recibido su último álbum, Lipstick, y donde, además, se toleran sus extravagancias.
