EFE
Roma, Italia.- El actor español Antonio Banderas defendió que lo más importante para hacer una película es la idea que la origina y no el dinero con el que se cuente para rodar.
Banderas asistió en Taormina (isla de Sicilia) a la jornada final del Festival de Cine de esa localidad, en el que recibe un premio a la carrera y donde expuso algunas reflexiones acerca de su visión del cine.
Reconoció que el presupuesto es un elemento destacado a la hora de filmar, ?pero es verdad también que hay películas hechas con poco dinero que están muy bien, como las de Pedro Almodóvar, en las que ha menudo he trabajado?.
El actor español espera volver a trabajar con Almodóvar en su proyecto Tarántula, una historia de amor y venganza que transcurre en 2010 y en la que también está implicada otra compatriota, la actriz Penélope Cruz.
A la espera de ?compatibilizar nuestras agendas?, Banderas ha decidido lanzarse a su segundo filme como director, tras Crazy in Alabama que realizó en 1999 con su esposa, Melanie Griffith, como protagonista.
El proyecto, del que también será productor, saldrá del libro del español Antonio Soler El Camino de los Ingleses, que cuenta la historia de un grupo de personas entre la adolescencia y la madurez que descubren las dificultades de vivir en la España de los 70.
Banderas admitió su deseo de volver a rodar en España, en especial en Andalucía, pero apuntó que Estados Unidos ?me da la posibilidad de hacer de todo, con cine de todo tipo, televisión, teatro y musicales?.
PREFIERE UN ?DIGNO ENVEJECIMIENTO?
El actor Antonio Banderas afirma preferir el "envejecimiento digno" de las mujeres de su tierra, Málaga, a la locura por la cirugía estética de otras personas, entre las que se encuentra su esposa Melanie Griffith.
"Vengo de Málaga, donde las mujeres envejecen normalmente con dignidad. Envejecer es parte de la vida. ¿Para qué manipular la naturaleza? Odio esa locura casi enfermiza por la belleza", afirma el actor, en una entrevista al dominical alemán Bild am Sonntag.
Banderas explica que ha tratado inútilmente de convencer a su esposa de que la encuentra atractiva tal como es y no se opere más, pero admite que Melanie no le escucha.
El actor malagueño dice que no se siente especialmente atractivo pues "cada día veo en la calle a docenas de hombres más guapos" y que se no se considera un prototipo del típico macho.
"Me molesta menos que se diga que soy homosexual a que me se cuelgue la etiqueta de macho", sostiene.