EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La profesionalización de la música en La Laguna parece ser un sueño muy lejano, porque el director y los maestros que formaban parte de Ars Vivendi, la primera academia que sentaría las bases para una educación formal se han hecho a un lado.
Joel de Santiago, quien sería el director y fue el iniciador del proyecto junto a Luis Jorge Murra, asegura que están cansados de que así como éste empresario, hay otra gente de la Iniciativa Privada que sólo piensan en signo de pesos.
Y es que el maestro afirma que el señor Murra vio el proyecto como un negocio familiar, más que como una escuela que influyera en el desarrollo musical de la región, objetivo original del proyecto. Ésta fue una de las razones que lo llevaron a tomar la decisión de hacerse a un lado y continuar su propio camino.
Otro de los motivos fue que el dueño del capital no quería considerar a los maestros como trabajadores, es decir, no quería otorgarles los derechos que por ley corresponden. Por eso, la planta docente apoyó la decisión de Joel de Santiago y también se retiraron.
La desilusión
Joel de Santiago se dio a la tarea de reunir a los mejores maestros radicados en Torreón para que participaran en Ars Vivendi, proyecto que por muchos años había buscado apoyo económico y que finalmente lo conseguía. Había, entonces, que realizar una campaña promocional para la que buscó otros patrocinadores.
Pero llegó la desilusión, cuando se definía el marco legal en el que se instituiría la academia. ?Yo no estuvo de acuerdo con él en que los maestros no tuvieran ni voz ni voto, y que no se les reconociera como trabajadores que pudieran gozar de sus derechos laborales?.
Es por ello que cayó en la cuenta de que la igualdad y el Patronato del que se había hablado nunca existieron, ya que se trataba simplemente de un proyecto con fines de lucro para el señor, haciendo uso del conocimiento que tanto De Santiago como el resto de la planta docente tienen en la materia.
Es así como Joel dejó de pagar los gastos de operación, los cuales realizó aunque no fueran su obligación, ya que aparentemente él sólo manejaría cuestiones meramente educativas. Pero como no recibía dinero por parte del patrocinador, es que confió en aportar en ocasiones de su propio bolsillo y del de sus compañeros.
Informó, que en su caso aportó un total de 40 mil pesos, mientras que Luis Jorge Murra sólo 32 mil destinados a gastos de contratación de equipo de sonido y video para la promoción de la Academia, así como para la compra de instrumentos y material para la casa en construcción ubicada en la colonia Estrella.
Por el momento desconoce cuál es la cantidad que se debe en relación a otros gastos, debido a que desde hace una semana tanto él como sus compañeros dejaron el proyecto, sin ninguna remuneración por el trabajo realizado.
La esperanza
Aunque por el momento Joel de Santiago y el resto de los maestros de música no están en condiciones de poner en marcha el proyecto original de crear una escuela de música que siente las bases para una educación profesional, están a la espera de una respuesta por parte de otros posibles patrocinadores.
No pierden la esperanza porque cuentan con lo más importante: El recurso humano y el programa de estudios.
Muchos padres de familia confiaron la educación de sus hijos a Ars Vivendi, pero al enterarse de la separación de Joel de Santiago y el resto de la planta docente,optaron por abandonar la Academia. Ahora, también están a la espera de un nuevo proyecto musical.
PLANTA DOCENTE
Algunos de los maestros que junto a quien sería el director de la Academia Ars Vivendi, Joel de Santiago, se retiraron del proyecto son:
-Jorge Valenzuela (percusiones).
-Rolando Gotés (guitarra de jazz)
-Carlos Ramos (teclados)
-Marco Aurelio Gutiérrez (guitarra clásica).
-Marina Gorbenko (violín).
-Eduardo Flores (canto).
-Raúl Jácquez.
-Luis García.
-Juan Barrios.
-Entre otros.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
