8 mayo de 2004
La primera tarea que deberá resolver será disminuir la tensión que continúa en la localidad de Ilave tras el linchamiento de su alcalde.
LIMA, (Reuters) - Perú nombró la noche del viernes a un empresario pesquero como el nuevo ministro del Interior, después de que el anterior, Fernando Rospigliosi, fue censurado por el Congreso como el responsable político del linchamiento de un alcalde por una turba enardecida.
Javier Reátegui, considerado por analistas como un hombre de confianza del presidente Alejandro Toledo, juramentó como ministro del Interior en Palacio de Gobierno, tras haber liderado las carteras de Pesquería, de Transportes y de la Producción entre julio del 2001 y febrero del 2004.
"Bienvenido de nuevo, Javier", le dijo Toledo al nombrarlo.
Reátegui debe restaurar la autoridad perdida por Rospigliosi, censurado el miércoles por el Congreso por no haber frenado en abril una feroz protesta de tres semanas en el poblado de Ilave --fronterizo con Bolivia-- y que acabó con el linchamiento del alcalde del lugar, Cirilo Robles.
El nuevo ministro es uno de los fundadores y actual dirigente del partido de gobierno, Perú Posible.
"Se esperaba que la persona nombrada tuviera otro perfil, es decir que fuera una persona más independiente y de alguna manera más cercana a lo que es seguridad y a los problemas de la policía", dijo la legisladora Fabiola Morales, del partido opositor Unidad Nacional.
Por la censura en el Congreso, la primera contra un ministro de Toledo, Rospigliosi fue obligado a renunciar. Así, dimitió por segunda vez, tras hacerlo en el 2002 porque no detuvo la protesta en una ciudad sureña contra una privatización que concluyó con dos muertos en violentos enfrentamientos con la policía.
Los analistas consideraron a la censura una severa llamada de atención al gobierno de Toledo, que es desaprobado por ocho de cada diez peruanos y que ahora enfrenta una ola de protestas de obreros, campesinos y enfermeros que demandan mejoras sociales.
Robles fue secuestrado hace 12 días, junto a cuatro regidores y 15 funcionarios de la alcaldía de Ilave, por miles de campesinos aymaras que protestaban desde inicios de abril contra su gestión, acusándolo de malversar fondos en esa zona del departamento de Puno.
Rospigliosi aseguró que durante las protestas en Ilave, la autoridad buscó consenso, pero el regreso de Robles -que había huido- enardeció a 15.000 campesinos y causó su linchamiento, el cual los 20 policías que estaban en el pueblo no pudieron evitar.