Presentan hoy EPC, inicia en 2005 e industria podrá acotar robos, piratería y contrabando
*Analizan SCT-SHCP bursatilizar TUA de AICM para terminal 2 y ASA avanza con opción de socio al 75 por ciento para elegirlo antes del 17 noviembre
*Insisten con senadores en esquema mixto 85/15 de IEPS con azúcar y fructosa; suena Advent para Fincasa; Urquhart de Omega estará aquí
PARA AQUÉLLOS AMIGOS de lo ajeno y cuyo reto permanente es evitar que los “cachen” en los almacenes sustrayendo alguna mercancía, en unos cuantos años sus posibilidades de éxito serán nulas.
Y es que no falta mucho para que los autoservicios sobre todo, puedan disponer de dispositivos de seguridad que incluso a distancia, sólo al pasar por un arco, permitirán calcular el cobro de manera automática. Para entonces el mismo cliente ya empacó la mercancía que lleva en el carrito, por lo que sólo tendrá que deslizar su tarjeta y listo.
Será imposible llevarse el paquete de hojas de rasurar en los calcetines o el de cigarrillos debajo del suéter. Estos productos hasta ahora “encarcelados” o muy cerca de las cajas, podrán ya exhibirse libremente. Quizá el principal costo será el social, dada la eliminación gradual de fuentes de empleo.
Esta tecnología no se crea que es una ficción. La estadounidense Wal-Mart y la alemana Metro ya han realizado pruebas piloto a partir del desarrollo de lo que se conoce como Código Electrónico de Producto, con la que se pretende como ya es público, sustituir al Código de Barras.
Hoy por la mañana será la presentación en México de esa nueva herramienta que ha tomado cuatro años desarrollar a partir de la iniciativa de algunas multinacionales. Estarán aquí Chris Ackdoc presidente de la compañía que concentra la red de redes de este sistema que es Electronic Products Code (EPC), también su director adjunto Nicholas Ferguson, así como los representantes de algunas compañías entre ellas Wal-Mart, vía su especialista en tecnología María del Carmen Valencia y Nadro a través de Mónica Escandón.
Pese a la gradual utilización a partir del 2005 del nuevo Código Electrónico de Producto, EPC por sus siglas en inglés, esto no significa la desaparición inmediata del código de barras, cuya historia se remonta a 1986, aunque fue en 1991 cuando el volumen de las operaciones justificó la introducción de los scanners en el punto de venta.
Hay que reconocer la importancia que ha tenido el código de barras. Según un estudio de PriceWaterHouseCoopers que lleva aquí Javier Soni, a nivel mundial hoy se manejan cinco mil millones de éstos y representan operaciones del orden de 50 mil millones de dólares anuales. Para la industria, el comercio y el propio consumidor sus ventajas están a la vista, pero se cree que el EPC es un nuevo salto.
Y es que este identificador que es un pequeño chip del tamaño de la cabeza de una hormiga, es capaz de individualizar pieza por pieza un lote. Incluso lo puede separar por sus características de presentación o sabor, lo que hoy no sucede con el código de barras. Por si fuera poco esa información se puede captar a distancia, antes de descargar el camión, utilizando una radiofrecuencia.
Hasta la detección de lotes emproblemados será más sencilla. La misma mercancía podrá auténticamente gritar que la reacomoden si fue removida por un consumidor indeciso. Aquellas unidades lastimadas y que nadie quiere podrán ser detectadas.
Para las empresas en general esto deberá repercutir en ahorros muy importantes, y para aquellas muy castigadas por los robos en el punto de venta o por la piratería y el contrabando, resultará una herramienta básica. Incluso para los gobiernos en las aduanas.
En términos muy gruesos se estima que el EPC implicará un ahorro de costos de operación y distribución de entre un 45 y 60 por ciento.
Por esos el esfuerzo de unas 120 compañías promotoras, entre ellas Gillette que encabeza Alfredo Munda, P&G que comanda aquí Jorge Brake o Wal-Mart que preside Cesáreo Fernández.
Muchas de éstas serán las que comiencen en 2005. Incluya a Sabritas de Pedro Padierna, Bimbo de Daniel Servitje, Domecq comandada por Amador de Carvahlo, Soriana de Francisco Javier Martín Bringas y Chedraui de Antonio Chedraui.
Se subirán a gran velocidad aquellas con problemas de piratería y contrabando, por ejemplo las del vestido, textiles, zapatos, discos, licores y medicamentos.
La utilización de esta tecnología la promueve la Asociación Mexicana de Comercio Electrónico (AMECE) que lleva Lourdes Sánchez de la Vega.
Se cree que el código de barras y el EPC van a coexistir por unos diez años, tiempo en el que se tendría ya la masa crítica necesaria para justificar las inversiones requeridas.
El EPC que hoy se presenta llegará a México sin ningún retraso respecto del resto del mundo.
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A MAS TARDAR el 17 de noviembre ASA de Ernesto Velasco decidirá el nombre del que será su socio en un 75 por ciento, en la empresa a conformarse para la construcción de la terminal dos del AICM. Esta obra implicará una inversión de 320 millones de dólares. El ganador tendrá a su vez la concesión por 20 años para manejar la parte comercial de esa zona, en un esquema que ya se ha utilizado en el pasado para apuntalar la infraestructura aeroportuaria del país. Entre los interesados están Advent de Juan Carlos Torres y Alfredo Alfaro, Aeroplazas de Pedro Rodríguez, GICSA de Abraham Cababié, Carlyle de Luis Téllez e Inbursa de Marco Antonio Slim. El ganador será quien represente el menor costo para el gobierno. Sin embargo vale la pena señalar que aún existe la posibilidad de que el esquema por el que se incline la SCT a cargo de Pedro Cerisola, sea otro. Se ha analizado en las últimas semanas con la SHCP de Francisco Gil Díaz, la alternativa de bursatilizar el TUA futuro del AIMC, con lo que ya no se requeriría un socio en si. La determinación se tomará en función de lo que financieramente convenga. En una ruta paralela ya también se comenzó el proceso para licitar el tren que conectará con la terminal 1. Como se conoce los dos interesados son la canadiense Bombardier que lleva Alejandro Centurión Díaz y Siemens a cargo de Hans-Joachim Kohlsdorf. También aquí se tomará una decisión antes de que concluya el año. La intención es arrancar la edificación de la terminal 2 a principios del 2005 para poder estar listos hacia la mitad de 2006, lo que agregará unos diez millones de pasajeros a la operación que ya se maneja en el AICM.
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COMO PARTE DE los jaloneos para delinear la propuesta de Ingresos y la relativa a los impuestos que esta semana se intensificarán en el Senado, hay que agregar los que realizan los fabricantes de fructosa integrados a IDAQUIM que preside Guillermo Roldán. Su intención es lograr que a diferencia de los diputados, los senadores sí acepten modificar parcialmente el IEPS que se cobra a la fabricación de refrescos con ese endulcorante. Su propuesta es que se libere de ese cargo al menos un 15 por ciento para que conviva con el azúcar. Además de esta manera se ayudaría a eliminar la falta de este último producto en el mercado. Como se sabe Economía que encabeza Fernando Canales Clariond ya tiene listo el nuevo cupo de importación que andará en unas 123 mil toneladas de azúcar. Con la fructosa esto no sería necesario, amén de que se empujaría la fabricación de ese producto con maíz cosechado en México. Algunas agrupaciones campesinas han amenazado con salir del PRI si no hay una mayor voluntad para modificar el decreto que data de hace tres años. La industria del refresco vía la ANPRAC que lleva Jorge Zindel, así como otras como la chocolatera cuya asociación está a cargo de José Antonio Serrano Palazuelos, no ven la propuesta con tan malos ojos por las ventajas competitivas que tiene la fructosa. Todavía no hay nada definido, pero el tema al igual que el de los cruceros y casinos, aún se mueve.
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YA LE PLATICABA hace unos días de otra operación que en el terreno de las Sofoles está cerca de cerrarse. Se trata de Fincasa de Marcos Fastlicht y que lleva Alberto Torres Durazo. Le decía que la parte compradora es un fondo estadounidense. Bueno pues aparentemente uno de los que ha rondado por ahí es Advent de Juan Carlos Torres y Alfredo Alfaro y no habría que descartarlo como el que pudiera finalmente quedarse con esta sofol que maneja una cartera de unos 200 millones de pesos, lo que le una participación del 3 por ciento de ese mercado. La transacción habría que ubicarla en el contexto de una serie de movimientos que ahora mismo se gestionan en ese rubro.
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ESTA SEMANA ESTARA en México en visita oficial el presidente suizo Joseph Deiss. Se entrevistará con el presidente Vicente Fox y lo acompañarán un grupo de empresarios que sondearán oportunidades. Entre ellos el presidente de Omega, Stephen Urquhart, que es la marca más importante del Grupo Swatch de Nicolas Hayek y que lleva aquí Alexander Kull.
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