Como onerosa puede calificarse la nómina del Sistema de Aguas y Saneamiento de la ciudad de Torreón y como tal ha sido reconocida por parte del alcalde Guillermo Anaya. De acuerdo a información reciente, El Siglo de Torreón solicitó y obtuvo por parte de las autoridades, la nómina de Simas que por cierto resultó incongruente con datos de fechas anteriores que obran en nuestra hemeroteca.
A la incongruencia referida, el Alcalde explica que obedece a que la información proporcionada corresponde a las cantidades netas que recibe el personal del organismo descentralizado, después de descontar impuestos. Vale la aclaración aunque resulta tardía y en todo caso el manejo de la expresión de los sueldos y salarios de esa forma, resulta contrario a la transparencia que es el objeto del derecho a la información.
Lo anterior porque además del importe neto que reciba cada funcionario o empleado, interesa conocer el monto que incluya el impuesto retenido, porque la suma total es la que realmente gasta el organismo en ese rubro. La apreciación de las cifras recibidas de inicio no ofrece una idea exacta de lo que eroga Simas por concepto de sueldos y salarios porque al fin y al cabo el importe del gasto resulta mutilado.
A la falta de transparencia que se señala, se agrega la carencia de voluntad política del sector estatal para apretarse el cinturón y reducir su costo de operación en el renglón de gasto corriente. Lo expuesto es un vicio general de nuestra vida pública, en virtud del cual el Gobierno pide a los ciudadanos que hagan más con menos, al tiempo que resulta incapaz de aplicar a sí mismo su propia receta.
