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México, DF.- El arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, dijo que no se puede extender la acusación de presunta corrupción que hay sobre el dirigente del PVEM, Jorge Emilio González, y generalizarla a todos los partidos y políticos.
Entrevistado después de su homilía del primer domingo de Cuaresma, el cardenal negó por ello que exista una descomposición generalizada de la política, no obstante, apuntó, hay errores en donde algunas personas han pervertido a dicha política.
Rivera Carrera advirtió en ese sentido que sobre algunas actitudes de políticos “el primer error es que los mexicanos hagamos una generalización acrítica”.
Indicó que si el líder del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) cometió algún error, se lo deberán probar para que sea juzgado conforme a las leyes mexicanas, pero aclaró que “no debemos condenar antes de que se verifiquen las cosas”.
En la Catedral Metropolitana, el cardenal señaló que a pesar de las imágenes del video difundido, que muestran intento de soborno al senador Jorge Emilio González, lo que se ve ahí se juzga conforme a las leyes.
Interrogado sobre si hará un llamado al político conocido como “El Niño Verde” para que se arrepienta, el prelado precisó: “yo no hago llamados a nadie, más que a los feligreses, pues el evangelio es para todos y no hay dedicatoria”.
Además, al referirse al espionaje, acción que estuvo ligada a la acusación contra el senador por el PVEM, indicó que dicho espionaje está prohibido y que ojalá alguien lo llegue a castigar.
El jerarca católico añadió que cualquier castigo hacia los políticos debe ser impuesto por los tribunales competentes, situación que ni la prensa ni la ciudadanía puede decidir, ya que de ser así se llegaría a linchamiento social.
Finalmente, el arzobispo primado se congratuló ante la renuncia del presidente de Haití, Jean Bertrand Aristide, pues aseguró que la situación estaba causando muchas muertes.
Decálogo del desempleo
También ayer, la Iglesia Católica en México dio a conocer diez consejos para aquellos que no encuentran empleo y empiezan a desesperarse.
La guía “para cuando estás en la banca” hace un llamado a los desempleados católicos a “no tener miedo ni asustarse, evitar la soledad y reconocer la situación de desempleo”.
Para quienes no encuentran empleo o aquellos que lo perdieron por razón de la edad o el cierre de un puesto de trabajo, la Iglesia católica recomienda “analizar y reconocer la situación general del país, sus dificultades y problemas”.
El decálogo sugiere que la persona que haya pasado varios meses sin empleo, no se desespere frente a los amigos que se alejan, o que llegue la frustración; más bien pide organizar encuentros entre los desempleados para intercambiar información y apoyo entre las personas que se encuentran en la misma situación.
Sólo de esa manera, establece, se podrá enfrentar con mejor estado anímico, esa situación, y permite que la persona empiece a consultar alternativas de empleo como las bolsas de trabajo, acudir a ferias de empleo o simplemente ir a diferentes lugares a entregar las solicitudes.
Con esto, precisa, se pueden integrar “redes de apoyo entre desempleados” para facilitar la consulta, al tiempo de que se tiene un apoyo de quienes tienen el mismo problema.
“Es verdaderamente sorprendente la cantidad de datos útiles para el trabajo y para la vida que pueden ser compartidas por personas desempleadas”.
El tiempo del desempleo se puede utilizar para conocer y aprender nuevos oficios, pero también, señala, es una posibilidad de tiempo para la reflexión personal o de dedicación a asuntos religiosos.
En uno más de los consejos se pide al desempleado, pero en particular al que ha pasado un tiempo prolongando en esa situación, que realice ejercicios de autoevaluación personal y de sus proyectos para perfilar el esfuerzo en esa dirección.
Ya que asegura el desempleo puede ser un “tiempo para el descanso, la reflexión, y de estudio más que de acción”, pero también llama la atención de que eso puede pasar “porque nos acostumbramos a no trabajar y ahora no sabemos cómo empezar”.
En esas condiciones, señala por separado el documento de la Arquidiócesis de México, la actitud del desempleado influye de manera determinante, ya que frente a “una actitud de capa caída”, los empleadores llegan a atender a los solicitantes más por “compasión que por un verdadero interés por integrarlos a la fuerza laboral”.
En los tres últimos consejos, la Iglesia católica hace un llamado a sus fieles a que tomen tiempo para realizar acciones específicas con la iglesia, tales como la oración y acudir a los templos.
