Perfil profesional del Médico Veterinario Zootecnista en el desarrollo rural nacional
Por: Agustín Cabral Martell
Actualmente en México, es de todos sabido que la formación universitaria del MVZ debe cambiar para hacerlo capaz de ofrecer una práctica privada profesional. A partir del conocimiento desarrollado por los extensionistas es posible proponer un perfil tentativo, que incluiría las áreas de influencia que el MVZ debe manejar y los valores, actitudes, habilidades y herramientas que dichas áreas deben considerar.
Por otra parte, es un error común pensar que el área de influencia del MVZ es sólo aquella relacionada con el animal, pues en la mayoría de los casos la solución más adecuada a un problema es la que considera al animal, la razón por la cual el animal está ahí, al dueño, a los recursos con los que esta persona cuenta, al medio en el que se encuentra el animal, etc. Así, el encontrar la solución a un problema requiere de información que va más allá del animal mismo. Las áreas de influencia que la práctica profesional veterinaria debe incluir son: el animal y los otros recursos del productor, el productor, el medio ambiente y las interacciones medio ambiente-sistema de producción-animal.
En cuanto a la primera área de influencia, el animal en sí, está considerar conocimientos acerca de la capacidad, limitaciones y potencial productivo de los animales. Esta área necesariamente se refiere a la habilidad del MVZ para efectuar el diagnóstico, prevención, control y erradicación de plagas y enfermedades del animal (Ley de Sanidad Animal), del conjunto de los animales y de la unidad de producción.
Esta área considera aquellos conocimientos relacionados con la integración que debe tener el animal con los demás recursos de la unidad, así como también sobre las posibilidades para hacer un uso eficiente del recurso animal y vivir de lo que ese animal puede producir.
En cuanto a la segunda área de influencia, el productor, el veterinario, deben saber identificar los problemas que los afectan y las necesidades de información o conocimiento que, una vez satisfechas, van ayudarles a solucionar dichos problemas. El veterinario debe ser capaz de estudiar y entender los conocimientos y la percepción del productor, así como las actitudes y valores que guían tanto su actividad productiva como su vida.
Otro elemento necesario es el entendimiento del proceso de toma de decisiones del productor. El conocimiento en esta área de influencia le va ayudar al veterinario a entender la capacidad que tiene su cliente como productor y cuidador de sus animales.
Muchas veces las personas usan a la ganadería (a los animales) como un medio para vivir, pero la mayor parte de las veces, ésta cumple también otros objetivos. Así, el enseñar responsabilidad a los hijos, el ahorro para los momentos difíciles, la socialización de una cultura o la transmisión de una ética del trabajo son algunos de los múltiples papeles que juegan los animales en la vida de las personas.
En cuanto al medio ambiente, la tercera área de influencia, ésta debe tomar en cuenta aquellos aspectos relevantes del medio natural y económico. También es necesario considerar qué información sobre las políticas públicas e instituciones es importante y qué aspectos de entorno social se requiere manejar. De este último, es fundamental la identificación del potencial y limitaciones que tienen los grupos sociales y sus integrantes, pues esta información será de relevancia cuando el MVZ diseñe los planes que va a proponer a sus clientes. En este mismo tenor, es indispensable reconocer que no es lo mismo hablar del productor que del conjunto de productores.
Por lo que se refiere al área de influencia, interacciones medio ambiente-sistema de producción-animal es necesario que el MVZ reconozca las interacciones que todas las áreas de influencia anteriormente señaladas tienen entre sí. Sólo de esta manera estará capacitado para ayudar apropiadamente al productor. Un concepto útil para trabajar estas interacciones es el de sistemas de producción, entendiéndolas como aquel arreglo de recursos que se manejan en cierta manera para lograr un objetivo dado dentro de un contexto específico.
Por lo que respecta a los valores y actitudes, estos son los elementos que le van a permitir al veterinario establecer un vínculo de trabajo adecuado con su cliente, que les permita a ambos lograr que sus respectivos objetivos se vean satisfechos. Así, algunos de los valores y actitudes que deben guiar la práctica profesional veterinaria son: el bienestar, autosuficiencia e independencia del productor; la participación informada del productor como actor consciente de su contexto; el reconocimiento de que la población es, y debe permanecer, autodirigida y motivada, lo que hace que el productor sea sujeto, no objeto; el estudio y reforzamiento del conocimiento local; el reconocimiento de que lo importante no es lo que el productor sabe, sino lo que el productor hace con lo que sabe; la orientación del esfuerzo del extensionista hacia las necesidades del productor y no hacia sus problemas; el desarrollo de un esfuerzo colectivo, coordinado, planeado e incluyente; el reconocimiento de que el MVZ es tan sólo el promotor de los planes de acción del productor y el facilitador de su aprendizaje y desarrollo; la convicción de que el éxito radica en los aciertos y no en los errores del productor y la certeza de que, aunque el MVZ trabaje e interactúe individualmente con el productor, el objetivo final de su trabajo es el grupo social.
