El Cairo, (EFE).- Nubes de cientos de miles de langostas rojas cubrieron el cielo de El Cairo tras atravesar cerca de cuatro mil kilómetros desde el Oeste de África, en lo que parece una reedición contemporánea de las Diez Plagas bíblicas.
La llegada de las langostas a Egipto ha sembrado el pánico en distintas provincias del país, especialmente entre los agricultores que, temerosos de perder sus cosechas, han comenzado a quemar rastrojos e incluso neumáticos para ahuyentar a los insectos.
En algunos casos, y ante la escasez de plaguicidas, muchos campesinos optaron por tocar tambores y utilizaron incluso tapas de ollas para hacer el mayor ruido posible y obligar a las langostas a distanciarse de sus campos.
El Ministerio egipcio de Agricultura anunció que su personal está en alerta en todo el país para hacer frente a la amenaza, aunque sus responsables minimizaron el peligro que pueda constituir la presencia de la langosta roja sobre las cosechas.
Los funcionarios egipcios se quejaron, no obstante, de la "falta de coordinación" entre los países del norte de Africa para luchar contra la plaga.
"Hemos creado comisiones de especialistas en diferentes zonas del país y utilizamos métodos modernos", dijo a EFE el viceministro de Agricultura, Abdalah Gad el-Rasul.
Explicó que las decenas de funcionarios encuadrados en varios centros de operaciones provinciales lanzan sus campañas de fumigación durante la noche, que es cuando las langostas están en reposo, pues pasan el día volando.
"Tenemos experiencia en lucha contra la langosta, ya que desde hace 27 años entran en el país, bien desde Sudán o desde Libia", agregó el funcionario en un intento de tranquilizar a la población.
También insistió en que la langosta roja no es de las más devastadoras, ya que prefiere alimentarse en árboles altos, lejos del suelo, antes que en plantas de poca altura.
Pese a todo, Gad El-Rasul reconoció que las decenas de miles de langostas que han surcado el cielo de la capital son sólo una pequeña parte de las que han penetrado en Egipto desde la frontera con Libia.
Consideró que "los medios primitivos" que utilizan los agricultores del valle del Nilo para alejarlas de sus campos, "dividen la nube de los insectos y dificultan nuestro trabajo", por lo que instó a la población a dejar la lucha contra la plaga en manos de los servicios oficiales.
En la isla de Zamalek, donde se encuentra la oficina de EFE, cientos de miles de insectos surcaron el cielo de la zona.
Fuentes del Aeropuerto de El Cairo anunciaron que equipos de especialistas han conseguido acabar con las nubes de insectos que comenzaron a aparecer a partir del pasado lunes en la zona y amenazaron con impedir la visibilidad en los aterrizajes y despegues.
Pese a los mensajes tranquilizantes del Gobierno, la prensa egipcia destaca en sus primeras páginas las noticias de la "invasión de langostas", y el periódico pro gubernamental "Al Yomhuriya" publica testimonios de agricultores sobre importantes pérdidas en las cosechas aunque sin precisar cifras.
"La nube roja amenaza a cinco provincias. Las langostas atacan las cosechas en Bihera, Minufiya, Guiza, Alejandría y El Cairo", titula "Al Yomhoriya", mientras que otros, como Al Ahram, destacan que los insectos "causaron el pánico entre la población".
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) había advertido a principios de este mes de que una plaga de langostas produjo daños importantes en África y destruyó de cultivos en Mauritania, sur de Marruecos y Argelia.