Trigésima Segunda Parte
Pero los psicofármacos no son definitivamente la única y tal vez ni siquiera la mejor opción en estos momentos para todo trastorno de ansiedad en niños y adolescentes. Como ya se mencionó anteriormente, existen otros métodos de tratamiento que también han tenido resultados muy favorables, de acuerdo a los diversos estudios que se han llevado a cabo en Estados Unidos, Canadá y otros países. Se trata de los métodos que se han dado en llamar psicosociales y que se comentarán a continuación.
Entre ellos naturalmente y en forma muy importante, se encuentran los diferentes tipos de psicoterapias, de las cuales la más estudiada en el presente y que aparentemente ha dado los mejores resultados, de acuerdo a tales estudios de investigación, es la psicoterapia de tipo cognitivo-conductual, muy en boga en la actualidad. Existen otro tipo de psicoterapias, tales como la interpersonal, la psicodinámica o analítica, la centrada en el cliente, la racional emotiva, etc., que también se siguen utilizando. Sin embargo, debido a la forma en que se ha desarrollad la terapia cognitivo-conductual, mediante el uso de manuales, técnicas y métodos de entrenamiento específico para los terapeutas, su investigación ha sido más fácil para llevarse a cabo en muchísimos y muy variados proyectos en muy diversos países.
La Dra. Bárbara Rothbaum, psicóloga del Departamento de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory, de Atlanta, presentó algunos resultados y lineamientos básicos de varios de estos estudios prospectivos longitudinales sobre la terapia cognitivo-conductual. Tales estudios se han enfocado al tratamiento del trastorno de estrés postraumático principalmente, al que este equipo de investigadores consideran como un trastorno de extinción. Con ese título, ella se refiere al hecho de que aunque el miedo es una respuesta de tipo normal a cualquier trauma, éste, la ansiedad y las reglas sociales determinan el que cada sujeto aprenda a reaccionar a ese mismo tipo de experiencias traumáticas que se presenten posteriormente mediante la lógica respuesta a evitarlas. Tal proceso de evitar cualquier tipo de estímulo que ha sido traumático se va reforzando con el tiempo, lo que naturalmente impedirá que se lleve a cabo el consiguiente proceso de desahogo y resolución emocional que se requiere. Podríamos decir entonces, que debido a tal experiencia traumática, muchos de estos individuos permanecen anclados o atorados en ella y no pueden funcionar adecuadamente, ni continuar con su desarrollo emocional normal.
Ella piensa que en vez de guardar y ocultar nuestras experiencias traumáticas, deberíamos hablar de ellas y ser mucho más expresivos con nuestras respuestas emocionales. Al referirse a la cultura americana, ella piensa que en ella en general se tiende mucho más a no hablar y ocultar lo sucedido, puesto que es visto como algo prohibido y sancionado por las reglas sociales. Por lo mismo, no se logra dar ese proceso natural de hablarlo, expresar los sentimientos, procesarlo y olvidarlo. A pesar de que en nuestra cultura en México, no sucede lo mismo a ese grado, existe de todos modos un alto porcentaje de personas que tienden a guardar ese tipo de experiencias, a quienes les es sumamente difícil compartirlas y expresarse en el terreno afectivo. El resultado es semejante, de modo que sea por razones personales o culturales, la experiencia es ocultada y encapsulada, de manera que el proceso de metabolización si pudiéramos llamarlo así, se detiene, se obstruye y no se lleva a cabo, lo que tampoco permitirá la oportunidad de digerirlo y olvidarlo y por lo mismo y desgraciadamente, tampoco ?curarlo? o liberarse de ésta.
Basados en esos principios, la Dra. Rothbaum y su equipo, promueven como tratamiento entre sus pacientes adultos, lo que denominan ?una exposición imaginaria y prolongada al estímulo?. La técnica de tratamiento consiste precisamente en facilitar y ayudar a que el o la paciente pueda enfrentarse nuevamente a esa experiencia, en lugar de evitarla, gracias a diferentes tipos de métodos que se utilizan. En primer lugar, a través de varias sesiones que se dividen en diversas etapas, se le pide al sujeto que gradualmente se imagine paso a paso la experiencia traumática a la que estuvo expuesto como una forma de irla enfrentando. Otro método es el de acercarse a dicha experiencia in vivo, acompañado también naturalmente de su terapeuta. Asimismo, el paciente puede hacer una grabación detallada de la forma en que ocurrió tal experiencia, de manera que posteriormente la pueda escuchar una y otra vez, como un método también para enfrentarla y desensibilizarse. Gracias a los avances de la computación en el presente, se ha ideado otro método de enfrentamiento a ese tipo de experiencias traumáticas mediante el uso de la exposición por medio de la realidad virtual. En esta forma se ha llegado a utilizar con buenos resultados en el caso de los veteranos de Vietnam, que naturalmente fueron expuestos a diversos tipos de experiencias muy traumáticas.
En asociación o incluso como complemento de estas técnicas, se puede utilizar asimismo el llamado entrenamiento de inoculación al estrés, que a su vez consta de diferentes métodos. Entre ellos se encuentran los ejercicios de respiración para relajarse, o también los ejercicios de relajación del tipo muscular profundo, el entrenamiento para detener los pensamientos negativos, la reestructuración cognitiva, las técnicas preparatorias para el enfrentamiento con factores estresantes, o inclusive el uso de actuación de roles que se puede dar entre el terapeuta y el paciente. Se trata de técnicas que se han utilizado desde hace muchos años y que se iniciaron en los casos de las mujeres que fueron víctimas de violación. En ellas inclusive y a pesar de lo increíble que pueda parecer para algunas personas, se han hecho análisis de resonancia magnética antes y después del tratamiento, para confirmar así que mediante este tipo de terapia se pueden lograr cambios en ciertas áreas del cerebro, sin necesidad de utilizar medicamentos. (Continuará).
