Trigésima tercera parte
Otra de las muchas psicoterapias que se han utilizado tradicionalmente, y que aún se mantienen en vigencia como un método de tratamiento para estos casos en niños y adolescentes, es la de corte psicoanalítico o psicoterapeuta psicodinámica. Desgraciadamente, debido a las múltiples y complejas variables que la conforman, la investigación de la misma en el laboratorio, no ha sido fácil de llevar a cabo. Por lo tanto, y a diferencia de la psicoterapia cognitivo-conductual, de la interpersonal o de otras, no se han publicado demasiados estudios sobre ella en la literatura científica. El Dr. Otto Kernberg y su esposa, la Dra. Paulina Kernberg de la Universidad de Cornell en Nueva York, han tratado de desarrollar un método más completo y minucioso para estudiarla, no sólo en esa universidad, sino en múltiples centros universitarios o psicoanalíticos, incluso en diferentes países, como en México y en otros países latinoamericanos. Para ello, han desarrollado este método con características específicas, a base de entrevistas estructuradas, de un manual que debe seguirse estrictamente, así como de un estilo de entrenamiento básico y específico para los terapeutas involucrados en el proyecto, de manera que se pueda investigar por métodos mucho más rigurosos científicamente. En la actualidad se está llevando a cabo en los sitios mencionados, mediante su uso en pacientes adultos de personalidad borderline o fronteriza, específicamente. Paralelamente al parecer, la Dra. Paulina lo estaba modificando para utilizarlo en niños y en adolescentes que padecen este tipo de trastorno de personalidad.
Por otro lado, el Dr. Peter Fonagy, doctor en psicología del Centro Anna Freud en la ciudad de Londres, recopiló en los años noventas una serie de expedientes de niños y adolescentes, que habían sido tratados en dicha institución a través del psicoanálisis y de la psicoterapia psicoanalítica, para investigar en forma retrospectiva los resultados después de utilizar este tipo de tratamientos. En los casos de sujetos que padecían trastornos de ansiedad y depresivos, el Dr. Fonagy encontró resultados favorables, especialmente cuando las madres de estos pacientes también se habían sometido a un tratamiento semejante. En este congreso de San Francisco, el Dr. Fonagy compartió sus principales puntos de vista sobre este tipo de terapias, en un curso que denominó: ?El futuro de la psicoterapia psicodinámica para los niños?.
Inicialmente, él llevó a cabo un muy completo resumen histórico sobre las bases de este tipo de tratamiento, desde sus inicios por Sigmund Freud y posteriormente por sus seguidores, tales como su hija Anna, Melanie Klein, Margaret Mahler, Fairbairn, Winnicott, Jacobson, Kernberg mismo, Kohut y Bowlby, como importantes analistas que no sólo siguieron los principios fundamentales de las teorías freudianas, sino que además hicieron y han hecho aportaciones de gran profundidad hacia el psicoanálisis, tanto como teoría o como método de tratamiento. En una segunda parte de su ponencia, Fonagy presentó además los criterios principales utilizados para seleccionar el tipo de pacientes que pueden ser los candidatos ideales para esta clase de tratamiento. Posteriormente, se enfocó a la teoría del apego, desde un punto de vista nuevo y muy propio del autor, mediante el cual busca comprender la forma en que van evolucionando durante el desarrollo las conductas del bebé hasta alcanzar las imágenes que se tienen como adulto.
Tomando en cuenta los principios darwinianos de la teoría de la evolución, Fonagy considera que el apego ha servido desde la época de las cavernas, como una base primordial para llevar a cabo ciertas funciones básicas en el ser humano. En primer lugar, fue útil para mantener unidos a los bebés a sus madres como un sistema de protección contra los depredadores y otro tipo de peligros ambientales. Naturalmente que en nuestros días, sigue siendo un mecanismo protector importante para el desarrollo del ser humano en sus primeros años de vida y aún posteriormente. También ha servido como un mecanismo para regular la excitación de tipo fisiológico que se da en el ser humano a edad temprana, así como un regulador de la atención, especialmente bajo ciertas circunstancias de sufrimiento emocional. Por último, Fonagy piensa que el apego es la base o fundación para lo que se ha dado en llamar el proceso de mentalización, que es el aprendizaje sobre la forma en que funciona la mente del ser humano.
Basado en estas nuevas perspectivas de la teoría del apego, Fonagy presentó un ejemplo sobre el uso de este tipo de psicoterapia psicoanalítica, aplicado al trabajo con adolescentes delincuentes, en el Centro Brandon en Inglaterra, donde él hace equipo con otros terapeutas. Mediante ese enfoque, ellos dirigen su trabajo hacia múltiples objetivos que tienen que ver con problemas interpersonales, con la regulación de los estados de ánimo como sucede con el enojo y la agresividad (lo que puede ocurrir en casos de adolescentes con trastornos de ansiedad o depresivos), para tomar una perspectiva social diferente que les sirva para entrar en discusiones y mejorar sus razonamientos sobre diversos aspectos morales.
En este tipo de tratamiento, se estimula en los adolescentes un estilo de interacción entre ellos y su terapeuta, de manera que éste se pueda convertir en una nueva figura de apego, que a su vez pueda mantener límites firmemente establecidos, en un contexto terapéutico sumamente estructurado. En esa forma se les enseña a desarrollar la empatía por los demás, a través de estar más conscientes de cómo los otros pueden pensar, sentir y actuar en diferentes situaciones y circunstancias. A pesar de que se trata de adolescentes entre los 14 y 16 años que han sido internados por diferentes tipos de conductas desordenadas o de tipo delictivo, diagnosticadas como trastorno de conducta, también se encuentra en ellos la presencia de trastornos de tipo depresivo, con potencial suicida o inclusive de trastornos de ansiedad. (Continuará).