(Trigésima Quinta Parte)
Para el doctor en Psicología, Louis Cozzolino de la Universidad Pepperdine de California, la psicoterapia puede ser exitosa de acuerdo a la plasticidad que tenga, y en base a cuatro principios importantes que él ha detectado. El primero sería el de la relación empática entre terapeuta y paciente como se comentó antes. Asimismo, él cree que se requiere la producción de ciertos niveles de excitación emocional en el proceso, que no deben ser demasiado altos o bajos, como segundo punto. En tercer lugar, él considera que debe existir una activación suficiente de pensamientos y sentimientos, que se alternen unos a otros. Por último, gracias a esa alternancia de pensamientos y sentimientos, se llega a la construcción de una narrativa, que es de máxima importancia para este investigador. Es así como entonces, a través de la psicoterapia surge la narración de nuevas historias tanto del lado del paciente como del terapeuta, historias que precisamente irán estimulando los cambios mencionados anteriormente. Mediante este tipo de interacción y basado en estos principios, el ponente opina que se activan determinados neurotransmisores, sobre todo la norepinefrina, que a su vez van a estimular diversas áreas cerebrales. Tal estimulación traerá como consecuencia un balance en la activación e integración de ambos hemisferios, con la consecuente ejercitación de diversas funciones cerebrales.
Cuando la madre o el padre llevan a sus hijos a la cama por la noche y les cuentan historias, una costumbre que afortunadamente y a pesar de la intrusión constante de la televisión en los hogares, no se ha perdido en muchas familias, se trata precisamente de un proceso de interacción entre padres e hijos. Se trata de un proceso que Cozzolino opina debe traer cambios a nivel cerebral en los niños, y por lo mismo lo compara en cierta forma con los efectos de la psicoterapia. Para él, la psicoterapia no es solamente el hecho de hablar, como muy ingenuamente tantas personas con poca información creen, sino que se trata de un tipo de cirugía emocional y del tráfico interactivo entre dos mentes que se están ejercitando en tantas de estas funciones cerebrales, a través de la narración. Diferentes capas y áreas del cerebro controlan diferentes funciones y se ejercitan durante este proceso narrativo e interactivo.
El objetivo principal de la evolución es la supervivencia del ser humano, y él opina que en la psicoterapia tratamos de obtener objetivos que la evolución no ha llevado a cabo del todo en el paciente. El lenguaje entonces, juega un rol de suma importancia ya que a través de este ejercicio de narrativa que es un elemento básico de la psicoterapia, nos conecta con cierto tipo de experiencias emocionales profundas y con los sentimientos que van asociados a ellas, creando así ese puente entre la mente y el cerebro precisamente. La recuperación del lenguaje escrito y hablado en nuestra época es definitivamente una tarea heroica, puesto que el imperio de las imágenes puras y superficiales, de diálogos limitados a través de la televisión y los videojuegos amenazan la supervivencia de esas capacidades humanas, que tienden a desvanecerse cada vez más en el proceso de educación de nuestros días.
Respecto a esa capacidad de empatía que se mencionaba anteriormente, está considerado como un elemento básico en el proceso de la psicoterapia, la Dra. Nancy Wolf, psiquiatra y psicoanalista de niños de UCLA, lo define como la capacidad de comprender el significado de lo que otra persona hace o siente. En lenguaje popular, hablamos de la capacidad de ?ponerse en los zapatos del otro?, una capacidad básica y que definitivamente se requiere para llegar a ser un buen terapeuta. La empatía según los estudios que ella ha hecho, está relacionada con el descubrimiento de ciertas neuronas de tipo especial llamadas ?neuronas espejo?, que se encontraron en el lóbulo frontal de los monos, un descubrimiento sumamente importante también de la última década. Sin embargo, este tipo de neuronas se han localizado asimismo en los cerebros humanos, en una área específica. Tales células se activan cuando hay frente a nosotros una acción que percibimos por medio de nuestros sentidos, de modo que transmiten este tipo de información. Las neuronas espejo están presentes desde que nacemos, lo que facilita el que el bebé pueda imitar o seguir a la madre en cierto tipo de acciones, tanto en esa etapa como posteriormente durante la infancia. Inclusive, la ponente piensa que las neuronas que fueron habituadas en cierta forma en esa etapa de la vida pueden activar acciones semejantes en años posteriores. Se cree que estas neuronas son sumamente importantes para el desarrollo del lenguaje, debido al área cerebral en que se encuentran ubicadas.
Para la Dra. Marilyn Benoit, psiquiatra infantil de la Universidad Howard en Washington, D.C., y presidenta actual de la Academia Americana de Psiquiatría Infantil, todas las psicoterapias son interpersonales. Gracias al nivel de investigaciones actuales, en esta última década de los noventa, bautizada como ya se decía como ?la década del cerebro?, sabemos que todo es orgánico de un modo o de otro, pero lo que pasa a nivel celular y microcelular resultará a su vez en eso que llamamos actualmente ?lo psicológico?. Esta ponente piensa que la Dra. María Montessori ya estaba consciente de la forma en que las impresiones infantiles penetran en su mente, como conceptos expresados por ella en su libro sobre ?La Mente Absorbente?. Según la Dra. Benoit, de los tres a los seis años hay un crecimiento rápido del lóbulo frontal en los niños, que se relaciona con funciones de la atención, la vigilancia y el estado de alerta; mientras que de los siete a los 15 años, el enfoque está más dirigido hacia el lóbulo temporal y al desarrollo del lenguaje. En la adolescencia, considerada como una segunda oportunidad, se presenta nuevamente una proliferación de neuronas, con formación de nuevos circuitos en diversas áreas del lóbulo frontal, que consecuentemente traerán cambios en la conducta y en los estados de ánimo, así como en las funciones del autocontrol, la planeación y la regulación de las conductas, consideradas como funciones ejecutivas, conductas con las que precisamente tantos de nuestros adolescentes tienen problemas importantes. (Continuará).