Con una comida, el presidente Vicente Fox, celebró su llegada al poder. Al banquete acudieron sus más cercanos colaboradores y amigos. Fue en las elecciones del año dos mil cuando el hombre de las botas logró lo inimaginable, sacar al PRI de Los Pinos. Más allá de este triunfo, de grandes dimensiones, el balance de la gestión panista es poco favorable.
A dos años de terminar su gestión y con una carrera presidencial hacia 2006 desbocada, parece imposible que Vicente Fox logre cumplir sus compromisos de campaña. Sobre todo las reformas estructurales que tanto el país necesita.
Debido a los tiempos políticos, es éste el último año donde el Gobierno foxista pudiera impulsar cambios de fondo, aunque con un Congreso enfrentado al Ejecutivo se ve como una misión imposible.
En materia económica, Vicente Fox ha logrado avances. Hay una estabilidad que ha permitido la reactivación de créditos, sin embargo el desorden político es tan grande que el grueso de la población experimenta la sensación de que el país no funciona.
Paradójicamente la imagen de Vicente Fox, no se ha visto seriamente afectada en la simpatía que despierta entre la población. Muchos lo ven como un hombre de buenas intenciones, honesto, pero que sin embargo no sabe gobernar.
El tiempo se acaba y la salida no se ve fácil de encontrar. La falta de operadores políticos y la soberbia de algunos funcionarios para reconocer errores, han sido los principales obstáculos que ha enfrentado el hombre de las botas.
Vicente Fox pasará a la historia como el hombre que logró sacar al PRI de Los Pinos, pero también como el primer presidente que nunca tuvo el apoyo de su gabinete. Vicente Fox es un mandatario solo, nadie le cubre las espaldas, ni se preocupa por lograr acuerdos con la oposición.
Inicia pues el quinto año del Gobierno Federal, donde los retos son muchos y el principal es el darle un vuelco a la historia, porque los ciudadanos ya se cansaron de ser testigos de una política sin fondo, donde sus actores se pierden en las formas y su desempeño se asemeja más al de las parodias televisivas.
