Atrás quedaron los grandes desfiles del Primero de Mayo. Las celebraciones del Día del Trabajo donde las centrales obreras tomaban las calles para agradecer al Presidente en turno la “estabilidad” que el país gozaba. Hoy poco o nada hay qué festejar.
Las tasas de desempleo advierten la necesidad de corregir el rumbo en materia económica. En los últimos años la informalidad se ha convertido en la única opción de muchas personas para obtener ingresos sin la necesidad de delinquir.
Durante el período 1991-2002 los mercados laborales registraron cambios que incrementaron los trabajos más precarios. Mientras que el sector informal de la economía empleaba a 10.3 millones de personas en 1991, para 2002 lo hacía con 17.2 millones, al mismo tiempo la ocupación en el sector formal cambió de 12.1 a 15.8 millones de personas y el sector agropecuario descendió a 7.2 millones.
El sector informal que en 1991 representaba el 33.7 por ciento de la economía de México en 2002 llegó a ser el 42.8 por ciento. Así pues la ocupación en actividades informales es mayor a la de los sectores formales. Ante esta incapacidad para generar empleos, el flujo de migraciones hacia los Estados Unidos se ha incrementado hasta 12 veces en los últimos 30 años según estimaciones del Consejo Nacional de la Población, al pasar de un promedio anual de 26 a 29 mil personas en la década de los sesenta a cerca de 360 mil por año en el segundo quinquenio de los noventa.
Cada vez es más frecuente encontrarse a taxistas que ostentan algún título universitario, vendedores en las calles que soñaban en las aulas con desarrollarse profesionalmente y hoy su realidad es otra. Aunque los gobernantes y funcionarios afirmen que los problemas de desempleo poco a poco se han solucionado, las historias demuestran lo contrario. Para algunos mandatarios el tema resulta molesto cuando son abordados por los reporteros y analistas, tal es el caso del gobernador, Enrique Martínez, quien afirma que en Coahuila la situación no es tan grave, aunque municipios como Matamoros clamen a gritos la necesidad de inversiones.
El problema se extiende a lo largo y ancho del país, sin embargo a los políticos poco parece importarles el tema, cuando están ocupados en las descalificaciones, los complots y la carrera hacia 2006.
Hoy nuevamente se celebra el Día del Trabajo y México lo festeja ubicándose entre los países con excedentes de fuerza de trabajo que no logran un crecimiento sostenido que permita a la población acceder a niveles de vida más justos.
