Como si no fuera suficiente el que la particular agenda de los principales actores del escenario político nacional, frene cualquier posibilidad real de lograr consensos sobre cuestiones fundamentales para el país; por si no bastara el patético espectáculo que se afanan en brindar algunos legisladores, ahora, la moda es denunciar presuntos nexos entre partidos, candidatos y aún funcionarios, con el crimen organizado.
La andanada viene por dos vías: por un lado el Partido Revolucionario Institucional, presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República en la que pide que se investiguen los presuntos lazos entre el narcotráfico y los candidatos del Partido de Acción Nacional en Sinaloa.
El PRI pidió ayer a la PGR que investigue al candidato a diputado local Saúl Rubio y al aspirante a la alcaldía de Sinaloa de Leyva, Wilfredo Véliz. “La denuncia se sustenta en la información divulgada por los medios de comunicación sobre la muerte del narcotraficante Miguel Ángel Beltrán, alias ‘El Ceja Güera’, ocurrida el pasado seis de octubre y a cuyo funeral acudieron los aspirantes panistas antes citados”.
Por el otro lado, el coordinador de la bancada priista en el Congreso de Veracruz, Alejandro Montano Guzmán, fue implicado en la red de protectores que el narcotraficante Albino Quintero Meraz tejió en ese estado, según consta en una de tres declaraciones ministeriales que sobre el capo tiene la PGR. Cabe recordar que según la información disponible, Albino Quintero Meraz, capo del Cártel de Juárez, pagaba protección en Veracruz a más de 40 funcionarios de todos los niveles de Gobierno, entre ellos al Comandante de la Región Militar, a cuatro subdelegados de la PGR, así como a directores de la Policía Ministerial y de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
En fin, otro poco más de lodo sobre nuestra clase política. Cuánta razón tiene el secretario de Gobernación, cuando reconoce que la sociedad manifiesta signos inequívocos de hartazgo ante el actual escenario político, porque efectivamente, la sociedad ya está harta.
