Ante los supuestos actos terroristas que causaron estragos el domingo en tres sucursales bancarias en Jiutepec, en el estado de Morelos, el presidente Vicente Fox dijo que “espera que sean un hecho aislado y exclusivo” y que ya las autoridades correspondientes trabajan sobre el caso.
El Mandatario dijo además que buscará estar seguro de que la estabilidad y la tranquilidad continúen en México.
A pesar de las declaraciones del Presidente, los industriales del país le hicieron un enérgico llamado a que “no le tiemble la mano” a la hora de hacer valer el estado de derecho. Sólo de ese modo -agregaron- se podrán lograr las certezas necesarias para propiciar los avances que el país requiere.
Apenas el dieciocho de marzo, el Gobernador de Oaxaca, José Murat, aseguraba haber sobrevivido al ataque de un comando armado que abrió fuego contra su vehículo. No fueron pocas las voces que entonces señalaron que la agresión era un síntoma de descomposición y falta de conducción política en el país. Tras la incertidumbre inicial, en el caso de Oaxaca hubo elementos que alimentaron la versión de que se trató de un autoatentado.
Tras los hechos del domingo en Morelos no han faltado quienes señalan que, como mínimo, resultan sospechosos los bombazos en un estado en el que el gobernador, Sergio Estrada Cajigal, enfrenta un juicio político por presuntos nexos con el narcotráfico.
En ambos casos, sea cual sea el origen de la violencia, no se altera el clima de inseguridad que éstos generan. Toda acción alejada del respeto a la Ley contribuye a enrarecer el ambiente nacional y por lo tanto posterga el debate en torno a los temas fundamentales que deben ser resueltos por el bien del país.