Habría que revisar con cuidado la postura del vicepresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Laguna, Fernando Royo Díaz Rivera, sobre las irregularidades en el sistema de justicia que actualmente opera en La Laguna y en todo el país y que se expresa cotidianamente en un gigantesco manto de impunidad que cobija a los delincuentes. Cometen fechorías, son detenidos y casi inmediatamente después, salen libres.
El líder empresarial sostiene que “ya no se trata de que si un juez incumple la Ley, se le destituye y ya. Ahora que se les aplique la pena a la que se hagan acreedores, pues de lo contrario la situación seguirá siendo la misma y en vez de avanzar, vamos a retroceder”; sugiere poner candados a los Jueces o agentes del Ministerio Público que en forma dolosa elaboren mal las Averiguaciones, de tal forma de garantizar la impartición de la justicia, “pues todo hace indicar que existe una red de corrupción que no se puede permitir”. Y simplemente tiene razón.
La ineficiencia es una forma de corrupción y en los hechos constituye un punto de contubernio con la delincuencia. La sociedad exige seguridad y freno a la impunidad y mientras delincuentes de todos los tamaños y giros, cometan ilícitos y sigan tan campantes en las calles, nuestros Ministerios Públicos y Jueces están fallando.
Royo Díaz Rivera considera la necesidad de revisar el sistema judicial para evitar más irregularidades como las que se presentan desde hace muchos años, “toda vez que el narcotráfico crece cada día y las autoridades no han sido capaces de frenarlo. Creo que habrá que poner candados y amarrarles las manos a los jueces para que la justicia se aplique conforme a Derecho y no con otros criterios”.
Sin duda la sociedad agraviada por los delincuentes y por las mismas autoridades que deberían ponerlos tras las rejas, pero por distintas razones, simplemente no lo hacen, aplauden la postura del empresario. Queda esperar que los agentes del Ministerio Público y los Jueces entiendan el mensaje: la sociedad lagunera está harta de la ineficiencia.