Afortunadamente, no siempre la forma también es el fondo. La decimocuarta reencarnación del Buda de la Compasión, el Dalai Lama, llegó el domingo a México con un mensaje de unidad y conocimiento y para orar por la paz en el mundo.
Al margen de que no fuera recibido oficialmente por el Presidente de la República -tal y como sucedió en su primera visita a nuestro país en 1989, cuando la bienvenida corrió a cargo de Carlos Salinas de Gortari- o que se haya reunido en privado durante poco más de media hora con Marta Sahagún, el líder religioso tibetano participó en la Ceremonia Ecuménica a Favor de la Paz y junto al cardenal Norberto Rivera Carrera y otros diez líderes de diferentes credos, pidió a Dios por la paz mundial.
Aprovechó para expresar su admiración a todas las religiones, especialmente por la doctrina Cristiana, “porque en los últimos años han traído un aporte para el bienestar de la humanidad”, pero también criticó a todos los que usan la religión para manipular con otros fines, como serían el dinero, el poder y la política. Fue especialmente severo con quienes provocan conflictos utilizando el nombre de Dios para lograr fines obsesivos de destrucción y los que desgraciadamente no resultan pocos en estos días.
Y es finalmente el mensaje de unidad lo que se debe ponderar sobre los detalles de protocolo y aún la contaminación política que genera su presencia. Para el Dalai Lama el mundo se ha vuelto más pequeño gracias a los medios de comunicación y por ello es importante ser conscientes de los valores de las distintas religiones en cuanto al mensaje y potencialidades que tiene cada una para beneficiar a la humanidad.
El líder religioso sostiene que todos tenemos la responsabilidad moral de promover los valores humanos que no es necesario propagar a través de una religión, sino más bien con el ejemplo de uno mismo, la compasión y la tolerancia, que son además un buen motivo y la mejor manera de encontrar la felicidad.
Y en eso tiene razón. Que el XIV Dalai Lama se sienta bienvenido en nuestro país y que su mensaje tenga eco entre los mexicanos.