Todo parece indicar que la impugnación presidencial al presupuesto que por mayoría aprobó la Cámara de Diputados y que según el propio Fox no pretendía más que abrir un espacio al diálogo y la negociación, no sirvió de nada.
El presidente de la Cámara Baja, el priista Manlio Fabio Beltrones, sentencia que hoy se enviará al Ejecutivo el texto del Presupuesto de Egresos de 2005, “para su publicación inmediata para abrir nuevos tiempos en la discusión del gasto federal”. El líder parlamentario le envía un mensaje al mandatario al señalar que “mi convocatoria es a la moderación en las expresiones de un poder a otro”.
Pero el clima no puede ser menos propicio para la negociación. El sábado, durante el programa radiofónico “Fox Contigo”, el coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia de la República, Eduardo Sojo arremetió contra los legisladores, básicamente del PRI y del PRD, al establecer que en el presupuesto a educación, salud, agua y otros rubros, hubo una “asignación sospechosa para favorecer a estados gobernados por el PRI”.
Durante este programa –en el que Fox estuvo ausente- participaron además de Sojo, el subsecretario de Egresos de Hacienda y Crédito Público, Carlos Hurtado y Alejandro Werner, jefe de la Unidad de Planeación Económica de SHCP, el Gobierno Federal dejó en claro que el Presupuesto “no se puede integrar ni ejercer”.
Para Sojo y los altos funcionarios de Hacienda resultan “muy sospechosas” las asignaciones de recursos, ya que del total de ampliaciones efectuadas por los diputados, el 46 por ciento es para los estados gobernados por el PRI, el 22 por ciento para los del PRD y sólo el 19 por ciento para los del PAN.
El Gobierno Federal espera que haya “voluntad política” del Legislativo para dialogar y llegar a acuerdos, a lo que hay que contrastar la postura, por ejemplo, del coordinador de la bancada del PRD, Pablo Gómez que sentencia que el presupuesto habrá de ejercerse tal y como lo aprobó la Cámara y que el Ejecutivo tendrá que aceptarlo, sin otra opción.
En el discurso, todos llaman al diálogo, pero en los hechos, nadie está dispuesto a ceder un ápice... y el país, en medio y a la expectativa.