“El progreso de Torreón no se negocia”, fue la frase que utilizó el 15 de abril el alcalde, Guillermo Anaya, para defender su proyecto de cambio de vialidades. Hoy la frase ha sido invitada al olvido por el funcionario, y pareciera que prefiere que nadie le recuerde el tema.
El cambio de vialidades proyectado por las autoridades comprendía la Prolongación Colón, Valdés Llano, Feliciano Cobián, Arista y Lerdo de Tejada. Los vecinos de la Ampliación Los Ángeles fueron de los principales opositores a la modificación. Al 20 para las doce Guillermo Anaya se arrepintió, cedió a las presiones. Al parecer el progreso de la ciudad sí está sujeto a negociación.
Como nunca el proyecto contó con el apoyo de los empresarios. El beneficio sería para la mayoría... el alcalde optó por beneficiar a la minoría.
Ante los cuestionamientos de la prensa, la respuesta siempre es la misma: “sí se va a hacer, estamos realizando un consenso con los vecinos”. Sin embargo, a punto de que concluya el año 2004, las vialidades permanecen sin ninguna modificación.
En el proyecto se invirtieron 600 mil pesos para pintura, arreglo de camellones, colocación de nuevos semáforos y nomenclatura. Dinero que pareciera tirado a la basura, aunque el secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya, se niega a verlo así.
El presidente del Consejo Consultivo de Vialidad, Héctor Aguirre Sarabia, ha urgido a las autoridades municipales a concretar este proyecto. Destaca en sus declaraciones que, técnicamente, se justifican los cambios y que no hay otras opciones para solucionar por lo menos el 50 por ciento de los congestionamientos que se registran en esta parte de la ciudad.
Llama la atención cómo el alcalde mantiene su mano firme cuando las decisiones afectan a las personas de bajos recursos, pero opta por la negociación cuando “molesta” a grupos que lo llevaron al poder, olvidando que su compromiso es con todos los habitantes de Torreón y no sólo con unos cuantos.
Alfonso Tafoya confía en que el proyecto se cristalice al final de la Administración. De no ser así, será una promesa incumplida por el alcalde, Guillermo Anaya.