Hoy, dos hombres, el panista Gerardo Buganza, y el priista Fidel Herrera se disputan en las urnas la gubernatura de Veracruz, y el escenario no podía ser más complicado.
Por una parte, el clima de creciente tensión: No obstante que el Gobierno del estado asegura que Veracruz vive un ambiente de total calma social, los líderes de las principales fuerzas políticas –incluida el PRI- así como el Instituto Electoral Veracruzano dicen lo contrario, que hay varios focos rojos que podrían derivar en violencia.
A lo anterior hay que agregar que en la víspera de los comicios, en la zona sur de Veracruz prevalece una tensa calma debido al sinnúmero de acusaciones que los partidos han interpuesto. Las quejas van desde el retiro de propaganda, reparto de despensas, renta de vehículos para acarreo de petroleros, hasta la instalación de retenes en carreteras y por hechos violentos registrados en días pasados.
Y por si fuera poco, en un contexto donde priva la sospecha, tanto priistas como panistas y los integrantes de la Coalición Unidos por Veracruz (PT, PRD y Convergencia) anuncian que al menos 80 mil “soldados electorales” vigilarán el proceso.
Hay que aderezar el de por sí complejo panorama electoral, con la metralla de las descalificaciones: La Secretaría de Gobernación recibió las quejas de última hora por parte del PRI que denuncian intromisiones de funcionarios federales, mientras que dirigentes del PAN y Convergencia acusan al tricolor de pretender comprar el voto con diez mil despensas ya listas para tal efecto.
Mientras que se denuncia que jóvenes priistas atacaron a una pareja de ancianos panistas, los jerarcas del tricolor preparan una denuncia contra el director de Banobras por ofrecer créditos por el mismo monto de los que promete el candidato blanquiazul.
En suma, hoy habrá elecciones en un marco que todos los mexicanos desearíamos nunca más se vuelva a presentar. La moneda está en el aire y sólo queda esperar para saber si los brujos tienen razón cuando afirman que los “dioses ocultos” ven con buenos ojos al priista Herrera.
