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TIJUANA, BCN.-La ola violenta que sacude a la ciudad cobró ayer cinco nuevas víctimas, que se suman a los cuatro del miércoles, para sumar nueve, de los cuales cinco eran integrantes de la banda de los hermanos Arellano Félix.
Estos cinco, junto con otro asesinado en Ensenada el 25 de febrero, eran miembros del cártel Arellano Félix y los mataron por robos de drogas.
De acuerdo a las primeras investigaciones de la Unidad de Homicidios de la Procuraduría de Justicia que ubican a uno de los occisos, Gerardo Altamirano López, de 26 años, como hermano de Jorge Altamirano López, de 22.
El primero de ellos apareció la mañana del miércoles en la cajuela de un auto Eclipse Spider junto con Gerardo López Hernández, de 36 años. La unidad estaba estacionado en la calle Lázaro Cárdenas del Ejido Chilpancingo.
Jorge Altamirano fue ejecutado en el interior de su propia vivienda marcada con el número 21 de la calle Gloria en Residencial Juan Diego, de Ensenada.
Tenía una credencial falsa de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y quienes lo ejecutaron se identificaron con su esposa como policías de esa corporación.
En las indagatorias fue ubicado López Hernández dentro del organigrama del Cártel Arellano Félix, como un miembro de segundo nivel en la actualidad.
Los dos occisos encontrados en el Spirit, auto que días antes fue visto circular en Ensenada, llegaron a Baja California en custodia de una tonelada de mariguana, pero fueron interceptados por sus captores quienes los torturaron hasta sacarles información y luego matarlos.
Los tres occisos son originarios de Sinaloa y se presume que tenían al menos un año de radicar en Baja California, en Tijuana y Ensenada, indican los primeros reportes de la investigación.
Otros dos ejecutados ayer y encontrados en el desarenador de pluvial ubicado en Rampa Volcán de Toluca envueltos en una lona azul, junto con un tercero encontrado en un drenaje del bulevar fundadores, también en una lona, eran también distribuidores de droga de los Arellano.
Con los homicidios de los últimos dos días la cantidad de muertes violentas en Tijuana aumentó a 48 crímenes.
