Un chico de 11 años efectuó hoy dos disparos con un arma en una escuela de Argentina, que por milagro no causaron heridos, este es el segundo caso en ese país.
08 de octubre 2004.
Buenos Aires, (EFE).- Un chico de 11 años efectuó hoy dos disparos con un arma de fuego, que por milagro no causaron heridos, en una escuela de Argentina, donde a finales del mes pasado se registró otro caso similar en el que murieron tres adolescentes.
En el hecho ocurrido hoy en una escuela pública de la localidad de Cachi, ubicada en el extremo norte del país, un alumno ingresó con una pistola calibre nueve milímetros que le había quitado a un tío suyo, que es miembro de la policía de la provincia de Salta.
Una de las balas disparadas por el chico mientras se encontraba en un aula junto a sus compañeros impactó en el techo y otra en el respaldo de un pupitre, informó la directora del establecimiento de nivel primario, Raquel Aramayo.
Comentó que el niño es hijo de una maestra de la misma escuela, quien rápidamente logró quitarle el arma en medio de la conmoción del resto de los alumnos y profesores.
"Cuando escuché el barullo, salí y encontré a nuestra colega arrodillada en el piso abrazando a su hijo, y a un costado estaba la pistola. Menos mal que nadie salió herido", declaró Aramayo a periodistas locales.
Después de la agresión, el chico sufrió una crisis de nervios y fue ingresado en un hospital de la zona bajo custodia policial por disposición de la jueza de menores interviniente.
En un hecho inédito en Argentina, el 28 de septiembre último un alumno de 15 años asesinó a balazos a tres compañeros e hirió a otros cinco en una escuela de enseñanza media de la localidad de Carmen de Patagones, a mil kilómetros de Buenos Aires.
En ese caso, el agresor efectuó al menos trece disparos contra sus compañeros de curso con una pistola nueve milímetros que pertenece a su padre, un efectivo de la Prefectura Naval (guardacostas).
