San Francisco (EEUU), (EFE).- Por si no fuera suficiente con la ola de puritanismo que asola las pantallas en EEUU, un nuevo reproductor de DVD recién lanzado al mercado filtra y elimina, a gusto del consumidor, escenas violentas, sexuales y palabrotas.
Ni siquiera "Piratas del Caribe" se salva de la quema: los dos o tres juramentos del filme de Disney quedan eliminados como por arte de magia con este nuevo DVD, que se vende desde esta semana en grandes superficies comerciales al módico precio de 79 dólares.
Similar suerte corren ciertos músculos del "gobernator" de California, Arnold Schwarzenegger, en "Terminator 3", o la famosa escena en la que Meg Ryan simula un ruidoso orgasmo en medio de un restaurante en la película "Cuando Harry encontró a Sally".
Es decir, este DVD que utiliza la tecnología de ClearPlay tiene la propiedad de borrar de un plumazo las partes más interesantes de las películas.
La culpa la tiene, una vez más, el pecho que Janet Jackson sacó a relucir inesperadamente en la retransmisión del Superbowl, la final del fútbol americano profesional, a principios de febrero.
El famoso seno desató una ola de puritanismo que, entre otras cosas, echó por tierra las retransmisiones en directo de espectáculos como los Oscar o la censura de programas radiofónicos, entre ellos el del locutor Howard Stern, tan popular como grosero.
El presidente de ClearPlay, Bill Aho, ha negado esta sospechosa coincidencia, aunque al mismo tiempo ha reconocido que existe "mucho interés y sensibilidad sobre el asunto del contenido ofensivo de los medios".
El programa en cuestión, que consiste en un CD que instala el propio reproductor -de la marca RCA, de Thomson-, permite activar de manera sencilla los filtros de acuerdo con tres categorías: programas violentos, sexo y desnudos, y obscenidades o juramentos.
Tras estas tres categorías hay otros 13 niveles, como por ejemplo "violencia moderada" o "menciones en vano a deidades".
Inicialmente el vídeo se vende con filtros preinstalados para cien películas, pero la compañía vende un catálogo de otros 500 títulos por unos 20 dólares más, y suscripciones por cinco dólares al mes.
Los filtros, que funcionan con cualquier filme comprado o alquilado, también pueden bajarse de la red, según dijo ClearPlay, una compañía que se ha enfrentado a la industria cinematográfica que, como era de esperar, rechaza de plano la tecnología.
El DVD podría correr la misma suerte que el V-Chip, un filtro que incorporan todos los nuevos televisores pero que sólo utiliza el siete por ciento de los hogares estadounidenses, según la Fundación Kaiser.
El V-Chip bloquea un espectáculo entero basándose en la clasificación oficial del producto (por ejemplo, no apto para menores de 13 años), mientras que ClearPlay sólo se lleva por delante las escenas comprometidas.
Escenas que, sin embargo, en muchas ocasiones son las más jugosas y cruciales. Lo cual hace pensar que al final, en caso de conflicto, el mejor filtro bien podría resultar el más sencillo y barato: apagar el televisor.