AP
BAGDAD, IRAK.- Un atacante suicida estrelló un vehículo cargado de explosivos cerca de una fila de patrulleros policiales que bloqueaban un puente en el centro de Bagdad, con un saldo de por lo menos tres muertos y 23 heridos, dijeron las autoridades.
Además, soldados estadounidenses atraparon a decenas de presuntos extremistas, entre ellos algunos combatientes extranjeros, lo que coronó un día de violencia que dejó al menos 52 muertos, informaron las autoridades.
Fue el segundo incidente de esta semana en que se usaron automóviles cargados de explosivos para atacar a la policía, parte de una campaña de violencia destinada a frustrar los esfuerzos estadounidenses por fortalecer a las fuerzas de seguridad y traer estabilidad al país previo a las elecciones de enero.
El ataque ocurrió algunas horas después que cazas de Estados Unidos bombardearon presuntos escondites de un grupo vinculado con la organización terrorista Al Qaeda ubicados en el bastión insurgente de Fallujah, causando al menos 44 muertos.
Seis vehículos policiales estaban bloqueando un puente que conduce a la calle Haifa, una de las principales avenidas del centro de Bagdad, cuando se acercó un automóvil Chevrolet de color azul, dijo el agente de policía Amar Alí. Varios agentes pidieron al conductor que frenara la marcha, pero éste continuó avanzando e hizo estallar explosivos que llevaba en el automóvil frente a los patrulleros estacionados, añadió.
“Fui arrojado fuera de mi auto”, señaló el agente Alí Jabar, quien fue atendido por heridas en el rostro y mano en el principal hospital de la Ciudad Médica. El oficial culpó a los insurgentes, que llevan una campaña de 17 meses para lograr la expulsión de las fuerzas de Coalición encabezadas por Estados Unidos.
“Mediante la agresión a la policía iraquí, creen que irán al Cielo, pero la voluntad de Dios será otra”, dijo Jabar desde su cama de hospital.
Una serie de atentados con explosivos, ataques con granadas de mortero y tiroteos contra oficiales de la policía y sus reclutas frente a las academias de la policía han dejado cientos de muertos en todo el país desde la caída de Bagdad en marzo de 2003.
El ataque ayer ocurre en momentos en que los extremistas tratan de frenar los esfuerzos encabezados por Estados Unidos para crear una fuerza policial sólida iraquí capaz de asumir la seguridad de manos de los soldados estadounidenses.
Dos patrulleros policiales fueron destruidos y otros cinco fueron dañados, así como al menos cuatro automóviles de civiles. Partes del automóvil usado en el ataque fueron halladas a más de 100 metros de distancia del sitio de la explosión, dijeron testigos.
Los vehículos policiales habían sido emplazados en el sitio para ayudar a sellar el área en torno a la calle Haifa, donde soldados estadounidenses e iraquíes allanaron presuntos escondites de los insurgentes, desatando una batalla campal. Las fuerzas de seguridad arrestaron a 63 sospechosos, entre ellos sirios, sudaneses y egipcios, dijo Sabah Kadhim, vocero del ministerio del Interior.
Al oeste de Bagdad, aviones de Estados Unidos atacaron el jueves por la noche un complejo edificio en Fazat Shnetir, a unos 20 kilómetros al sur de Fallujah. El Ejército de Estados Unidos dijo que en ese grupo de viviendas había militantes leales al terrorista jordano Abu Musab al Zarqawi, que proyectaban atacar a las fuerzas de la Coalición.
Saad al Amili, vocero del ministerio de Salud Pública, dijo que “en los ataques a Fallujah murieron 44 personas y 27 fueron heridas y entre los heridos había 17 niños y dos mujeres”. Funcionarios de un hospital de Fallujah dijeron que entre los muertos también había mujeres y niños, pero se ignoraban inicialmente las cifras precisas.