La Secretaría de Hacienda y los Gobernadores han vuelto a enfrentarse. La causa: los recursos provenientes del excedente derivado de los altos precios del petróleo. En primer término las fricciones se dan por los caudales, pero acompaña la exigencia de los Mandatarios el reclamo fundamental de aclarar los movimientos que realiza la dependencia dirigida por Francisco Gil Díaz.
Y es que tras negar la existencia de tales recursos, la Secretaría de Hacienda anunció en días pasados que pondría cinco mil millones de pesos por este concepto a disposición de las entidades federativas. Quizás la dependencia pensó que podía acallar los reclamos con esta medida. Consiguió todo lo contrario: si bien una reacción inicial de los Gobernadores fue declararse satisfechos con el aviso, después advirtieron que lo tomarían como un adelanto correspondiente al primer trimestre del año.
Por supuesto, el anuncio de tal fondo genera expectativas: Guillermo Anaya Llamas, alcalde de Torreón, exigió respetar las fórmulas establecidas para calcular el monto de los recursos. A su vez, la alcaldesa de Gómez Palacio, Leticia Herrera, optó por sugerir al Gobierno de Durango la entrega del dinero a los ayuntamientos. A nivel nacional, organismos empresariales demandaron canalizar el excedente a nuevos proyectos de Pemex o a absorber el impacto negativo del elevado costo de energéticos.
Un enérgico pronunciamiento en la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) celebrada el lunes en Villahermosa, Tabasco, deja claro que para lograr un avance hacia un auténtico federalismo hacendario es necesario actuar firmemente y con apego a Derecho para transparentar la información de ingresos y gastos. Se pidió entonces a Francisco Gil Díaz despejar las incógnitas de cómo fue calculada la cifra que corresponde a los estados. El secretario de Hacienda ni siquiera estuvo presente para escuchar la propuesta.
Por sí solo, ese hecho preocupa: es necesario que las autoridades entiendan que su función es administrar al patrimonio de todos los mexicanos. Administrar implica informar, rendir cuentas. Un cambio real en el país debe incluir transparencia, diálogo, participación y apertura. Cualquier otra actitud es simple demagogia.