Saltillo, Coah.- Luego de que el pasado viernes una indocumentada centroamericana perdiera un pie tras caer del tren cuando intentaba escapar de vigilantes de una empresa de seguridad privada, el obispo de la Diócesis de Saltillo exigió a la Procuraduría General de Justicia del Estado que logre que la empresa responsable repare los daños ocasionados a la migrante.
Raúl Vera López enfatizó que el migrante no es un criminal, ni un delincuente, sino una persona humilde arrastrada forzadamente a la condición de caminante por empobrecimiento, la globalización de la miseria cuya única esperanza es ser considerado fuerza de trabajo para encontrar la solución económica al abandono social de su familia y su comunidad.
Dijo que la situación actual del migrante compromete a la sociedad en general a humanizarse de manera de profunda y desechar todo tipo de temores o rechazo en contra de los indocumentados para evitar se sigan provocando las continuas manifestaciones de intolerancia, persecución, xenofobia y racismo.
Vera López presentó una iniciativa de denuncia que se sustenta en la recomendación número 11 con relación al Sistema de Justicia que el Alto Comisionados de las Naciones Unidas presentó en su diagnóstico sobre Derechos Humanos en México.
Consideró urgente atender desde todos los niveles de la sociedad el respeto de las instancias gubernamentales a los Tratados y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos aprobados por el Senado.
Exhortó a la sociedad a tomar conciencia de que este hecho de violación en contra de la indocumentada, el cual dijo está vinculado a un modelo de violaciones contra migrantes que se viene realizando en todo el territorio nacional provocando un clima de violencia contra los sujetos más vulnerables.