TORREÓN, COAH.- Hundido en una profunda depresión que le causaban los recuerdos de su estancia en Estados Unidos, Juan Limas Meraz, decidió olvidarse de todo y prefirió quitarse la vida, colgándose con un cinto del tubo del cortinero del baño de su casa en la colonia Ferrocarrilera. De enero a la fecha suman ya 21 los suicidios, la mayor parte han empleado este mismo método.
Sin haber dejado recado póstumo, pues toda su familia sabía de su añoranza por estar de nuevo en el vecino país del norte, Juan, de 35 años de edad, soltero, de oficio obrero, llevaba ya varios años trabajando en esta ciudad.
Desde hace tiempo había manifestado su deseo de volver a laborar a Estados Unidos, pero debido a diversos compromisos no pudo hacer su sueño realidad, por lo que sufría de depresiones frecuentes, a tal grado que a veces se encerraba en uno de los cuartos del domicilio ubicado en Andador Chopo número cinco, entre Cipreses y Tulipanes de la colonia Ferrocarrilera, donde permanecía en silencio por muchas horas.
El sábado por la noche, poco antes de acostarse, se despidió de todos como si los fuera a ver el domingo por la mañana, pero lo cierto era que ya estaba decidido a lo que iba hacer: Se suicidaría.
Aprovechando que todos estaban dormidos, sigilosamente Juan se levantó de su cama y con un cinto pitiado en la mano, se dirigió al cuarto de baño donde ató uno de los extremos en el tubo de la cortina del baño y el otro alrededor de su cuello. Después, simplemente flexionó las piernas para hacer presión y poco a poco fue perdiendo la conciencia hasta caer en un profundo abismo negro del que ya no salió.
A eso de las 04:30 horas José Luis Rodríguez Mancha, de 32 años de edad, despertó sobresaltado porque su esposa Verónica Limas Meraz, le avisó que su hermano se había suicidado en el baño, por lo que acudió hasta e lugar y vio que el cuerpo de su cuñado estaba en el piso.
Nancy Fabiola, la otra hermana del occiso y su madre Gloria Meraz, al no poder desatar el nudo optaron por cortar el cinto con un cuchillo de cocina y entonces José Luis procedió a realizar las labores de reanimación en cuanto a respiración boca-boca y masaje cardíaco, pero sin resultados positivos, por lo que llamaron entonces a la Cruz Roja que tampoco pudo hacer nada.
Yolanda Ezqueda Moreno, agente en turno del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal, acudió hasta el citado domicilio donde dio fe del cadáver identificado por su cuñado José Luis y su hermana Nancy Fabiola y ordenó su traslado al anfiteatro para la necropsia de Ley.
