El sector pecuario fortalece su reactivación, al presentarse un panorama halagüeño por segundo año consecutivo, luego de que por más de un lustro la actividad ganadera sufriera una severa recesión a consecuencia de las condiciones climáticas negativas(sequía), restricciones zoosanitarias impuestas a la exportación de becerros en pie, así como la competencia en desventaja para los productores locales por el ingreso inmoderado de carne congelada proveniente de diferentes países.
Por espacio de siete años seguidos, la ganadería al igual que otros sectores de las cadenas productivas que integran el sector primario fue azotada por la sequía, lo que obligó a que los productores solicitaran subsidios oficiales para adquirir alimentos suplementarios para los animales.
En el 2002, se cancelan los apoyos, y se implementa el programa de construcción de bordos para abrevadero con recursos del programa de Reconversión Productiva, que continuó en el 2003 y en lo que va del presente, con lo cual se calcula que rebasan los 400.
Ello permitió que a partir del 2003, en que se registró una buena precipitación pluvial, el problema de la falta de agua se empezara a resolver con la acumulación en los bordos, de tal manera que haya el suficiente líquido para alimentar el hato ganadero de la entidad.
Otra de las situaciones negativas que incidieron en la caída de la actividad ganadera fueron las restricciones que impusiera el vecino país del norte al ingreso a su territorio de becerros en pie, a consecuencia del brote de tuberculosis bovina en algunos grupos de animales, lo cual obligó a que productores, dependencias federales y estatales se unieran para ejecutar acciones contundentes con el fin de cumplir con los requisitos que exigían los estadounidenses para permitir la exportación bovina.
Y aunque aún quedan algunos rescoldos de resultados positivos de animales a la tuberculosis bovina, el sector pecuario de Durango prácticamente cumplió con las observaciones de la Comisión Binacional, y ahora solamente hay una permanente vigilancia y supervisión para evitar que nuevamente, a consecuencia de situaciones irregulares, la entidad pueda bajar en la clasificación fitosanitaria y con ello ser objeto de restricciones a la exportación.
Al ser cuestionado sobre la actual situación, el gerente de la Unión Ganadera Regional, Francisco Pámanes Guerrero, destacó que el panorama es positivo, y que todas las asociaciones trabajan en proyectos que consoliden la reactivación económica del sector, y sobre todo se eviten las anomalías del pasado que derivaron en la recesión.
Aclaró que la actividad exportadora depende de los mercados foráneos, ya que en determinado tiempo puede dispararse la cantidad de becerros en pie que se comercialicen al exterior, pero en otros las variaciones de precios a la baja los disminuyen.
Por lo pronto las expectativas del año en curso son de que será bueno para la actividad pecuaria en la entidad, tanto por las condiciones de los agostaderos, como los aguajes que hay para garantizar el consumo de los animales, y el hecho de que hay conciencia entre los productores y autoridades para cumplir con las normas y leyes que rigen el sector.
PROYECTOS
Fortalecen cadena productiva
En fortalecimiento de la integración de la cadena productiva del sector pecuario, se consolidan los proyectos de construcción del Centro de Subastas para Ganado en las Instalaciones de la Asociación Ganadera local y el equipamiento de la Planta Procesadora de Alimentos Balanceados de la Unión Regional de Crédito Ganadero, con una inversión de cuatro millones 70 mil pesos, aportados de manera conjunta por los productores y el Gobierno.
Se construyó un auditorio especializado en el que se realizarán las operaciones de compra-venta de ganado bovino de leche y carne, parecidos a los que operan en Sonora y Chihuahua, dotado de corrales de ingreso y clasificación, embarcadero, áreas especiales para baño y desinfección, báscula electrónica, gradas mecánicas, área de subastas y oficinas.
Para la planta procesadora de alimentos se adquirió una máquina de rolado de granos, como maíz, cebada, sorgo, trigo, soya, con tecnología que favorece la digestión del alimento balanceado al usar harinas melazadas en sustitución del llamado pelet, y ayuda a incrementar el rendimiento de carne y leche.