AGENCIAS
CISJORDANIA.- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, prometió ayer “hacer todo lo posible para mantener un alto al fuego en la zona” durante los Juegos Olímpicos de Atenas, el próximo agosto.
El Presidente palestino hizo estas declaraciones en una ceremonia en presencia de diplomáticos extranjeros que acudieron a visitarlo en la Muqata de Ramallah, donde se halla confinado desde hace más de dos años por las autoridades israelíes.
Arafat llamó al Gobierno del primer ministro israelí, Ariel Sharon, a negociar juntos “una paz justa y duradera” por los niños y las futuras generaciones en Oriente Próximo.
El portavoz del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, Guideón Meir, reaccionó al llamamiento del Presidente de la ANP afirmando que militantes de su movimiento Al Fatah participaron en el asesinato de once atletas y deportistas israelíes que participaban en 1972 en las Olimpiadas de Munich, en Alemania.
Las declaraciones de Arafat tuvieron lugar en momentos que un enviado estadounidense se reunió con funcionarios palestinos para analizar la planeada retirada israelí de la Franja de Gaza.
“Enfaticé la decisión del presidente (George W.) Bush de hacer todo lo que esté al alcance de Estados Unidos para aprovechar la oportunidad que presenta la iniciativa israelí”, expresó William Burns, importante funcionario del departamento de Estado norteamericano.
Burns se reunió con funcionarios israelíes y palestinos en los últimos días.
Su visita se realiza días después que el jefe de inteligencia de Egipto, Omar Suleiman, mantuvo encuentros separados con líderes israelíes y palestinos para evaluar la evacuación de Gaza, que según Israel quedará finalizada para finales de 2005.
Mientras tanto la violencia entre israelíes y palestinos continúa, ayer gente de la policía de fronteras reprimieron con gas lacrimógeno y granadas de estruendo una marcha de protesta contra la construcción en la localidad de A-Ram, al norte de Jerusalén, de un tramo del “muro de seguridad”.
Varios manifestantes resultaron afectados por el gas, entre ellos el diputado árabe Ahmed Tibi, quien recibió atención médica en una clínica del pueblo, situado dentro del perímetro municipal de Jerusalén y que a raíz de ese muro quedará dividido.
El conocido pacifista israelí Uri Avneri declaró a la prensa que los policías atacaron inesperadamente a los manifestantes, entre ellos diputados de la Cámara Legislativa palestina y religiosos, cuando marchaban por la calle principal del A-Ram.
Un portavoz policial dijo que la manifestación era ilegal pues sus organizadores carecían del permiso necesario y que los participantes apedrearon a los agentes del orden y quebraron unas cámaras de observación montadas sobre el muro.
También en el cruce de rutas de A-Ram, entre Jerusalén y Ramala, se produjeron desórdenes y la policía detuvo a seis manifestantes, entre ellos uno que -dijo el portavoz- arrojó un hacha contra un jeep de esa institución, aunque sin consecuencias.
El muro que Israel está levantando desde el año pasado a lo largo de Cisjordania y en tierras confiscadas a los palestinos para impedir la infiltración de “terroristas”, dejará aislados en A-Ram a unos 35 mil de sus habitantes de Jerusalén, donde trabajan.
Se trata de palestinos que cuentan con documentos de identidad expedidos por las autoridades israelíes para residir en Jerusalén pero que han tenido que marcharse por falta de viviendas, o por el encarecimiento de los alquileres por ese motivo.