Afirman asegurados y empresarios que cuotas pagadas en tiempo y forma no son recíprocas
El pago de jubilaciones y pensiones a los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social mantiene a punto de la quiebra a esa institución, además de que se proporciona un pésimo servicio a los derechohabientes por la escasez de equipo y deficiente servicio médico, dijo el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados, (Canirac), Javier Toulet Salas.
Los pésimos servicios médicos que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y sobre la base de que no deben existir mexicanos de primera, segunda o tercera, los trabajadores de esta institución no tienen que estar por encima de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dijeron asegurados y empresarios duranguenses.
Los trabajadores que están afiliados al IMSS, como Gregorio Torres Domínguez, jornalero; Martín Manuel Lucero, repartidor de boletos de línea de autobús foránea, así como el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Javier Toulet Salas, afirmaron que los servicios de este Instituto son pésimos y que las cuotas obrero-patronales que son pagadas en tiempo y en forma no son recíprocas con el servicio que se otorga a los empleados asegurados.
El representante de los restauranteros manifestó que la Constitución de México es muy clara: debe existir igualdad y equidad. No puede haber mexicanos de primera, segunda o de tercera, y es lo que los trabajadores del Seguro Social tratan de hacer ver a los derechohabientes del IMSS y a cualquier empleado del país.
La responsabilidad económica de mantener a la nación en su estructura social y médica, en este caso, debe ser de todos, pero aquella tiene que ser compartida sin mantener privilegios sobre otros.
Toulet Salas también comentó que el IMSS debe informar con puntualidad en dónde se utilizan las cuotas que pagan las empresas en forma puntual y señaló como injusto que si existe un pago por parte de los trabajadores y empresas al Seguro Social, debe observarse un crecimiento, equipamiento y mejoramiento del servicio, pero el sustento de jubilaciones y pensiones de los trabajadores de esta institución mantienen quebrado a este organismo.
Por su parte, Martín Manuel Lucero y Gregorio Torres calificaron como injusto que sus cuotas se estén utilizando para que otros puedan cobrar y vivir bien con jugosas pensiones, mientras que ellos como trabajadores tienen derechos de segunda o tercera.
Aunque hay especialistas médicos, el servicio que se presta es pésimo, coincidieron ambos empleados. Martín tuvo una experiencia en la que fue humillado frente a otros derechohabientes cuando un médico trató de desnudarlo frente a otros pacientes, para supuestamente auscultarlo. Estaba enfermo de gastritis, era la primera vez que iba y lo calumnió al señalarlo que ya había ido más veces.
El caso de Gregorio Torres fue una fractura de antebrazo. Lo tuvieron una semana bajo observación y no le hicieron nada. Dijo que optó por irse y tratarse por fuera. Ambos trabajadores dijeron que es injusto sostener económicamente a médicos y trabajadores inexpertos en el trato humano.
REFORMA
Estrategias de solución
El Instituto Mexicano del Seguro Social puede realizar varias estrategias para solucionar el problema de la reforma del régimen de jubilaciones y pensiones del IMSS; una de ellas es la declaratoria en quiebra, que resultaría muy costoso para el Estado. También la reducción del gasto de operación, la petición de créditos, continuar con los subsidios de la Federación en el tema de pensiones; sin embargo, lo más viable y correcto, esperan las autoridades a nivel central, es la conciliación y la negociación.
La posible contracción del estado financiero del IMSS, en caso de que no exista conciliación, afectaría a todo el sistema, a los trabajadores del Instituto y a los millones de derechohabientes que dependen de este modelo, por lo que se estima que deben sentarse a discutirlo patrones, trabajadores y autoridades del Seguro Social.
