El marcapaso del nervio vago pueden emplearse en casos de depresión grave y probablemente en Alzheimer
Un marcapaso del nervio vago ha sido el resultado de profundas investigaciones científicas que en la modernidad del siglo XXI se comienzan a aplicar en los problemas de epilepsia, pero que se reducen únicamente a un mínimo porcentaje de personas que no responden a los fármacos y que también pueden emplearse en otros casos, en igualdad de circunstancias médicas, en depresión grave, algunas formas de migraña, en niños con déficit de atención y probablemente en Alzheimer.
En Estados Unidos la utilización de este marcapasos fue un “boom”, pues se han instalado alrededor de 31 a 32 mil marcapasos en el mundo, de los que 45 estimuladores pertenecen a México, en donde han sido mayormente beneficiados los pacientes que padecen de epilepsia y depresión grave, según explicó Mario Alonso Vanegas, neurocirujano adscrito al Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México, quien acudió a Durango a un ciclo de conferencias, dentro de la Reunión Regional Centro Oeste, que se ubicó dentro del Programa Prioritario de Epilepsia.
A los pacientes farmacológicamente resistentes en la epilepsia, el marcapasos del nervio vago responde en un promedio del 60 por ciento de éstos, y aunque no es aparato que cura, sí alivia la enfermedad en algunos síntomas, con respecto a la disminución de la frecuencia y la intensidad de las crisis.
La terapia del nervio vago es una terapia coadyuvante, y si bien no quita la enfermedad, sí le ofrece una mejor calidad de vida al paciente, pues las personas que sufren de epilepsia multifocal son las que registran distintos centros donde nacen o se generan las crisis en el cerebro.
Las estadísticas en México indican que por lo menos del 1 al 2 por ciento de la población padece epilepsia, lo que quiere decir que si hay 100 millones de personas, podrían tener esta enfermedad entre uno y dos millones de ellas. Es posible que entre 300 y 600 mil requieran de una intervención quirúrgica; de este grupo, quienes tienen resistencia farmacológica y que no pueden ser intervenidos quirúrgicamente (30 por ciento) son candidatos a terapia del nervio vago con marcapasos.
El costo de este aparato oscila en México entre los 15 mil dólares, ya con los impuestos que debe pagarse en el país; la instalación no tiene una duración mayor a las dos horas; sin embargo, existen ciertas restricciones en cuanto a su uso y aplicación.
No cualquier neurocirujano puede instalar un marcapasos de este tipo, sino que debe ser capacitado en forma previa.
Al paciente se le inserta este aparato en la parte pectoral. Se hace una abertura de dos a tres centímetros en el cuello, para instalar alambres diminutos y electrodos, en donde se localiza el nervio vago y una incisión en el pecho, en la parte anterior de la axila, sobre el músculo y debajo de la piel, para instalar el marcapasos.
Posteriormente se realiza un periodo de pruebas para conocer la resistencia del aparato, también se verifica la efectividad del impulso y, finalmente, el paciente es informado que debe asistir a citas médicas periódicas, para que sea valorada la actividad eléctrica del estimulador.
Las funciones son distintas para un adulto, para un joven o para un niño y el individuo que ha recibido la instalación de un marcapasos del nervio vago requiere estar en vigilancia mientras se realizan los ajustes necesarios.
Por otro lado, el estimulador le permitirá al paciente y a los médicos ofrecer una carga eléctrica al nervio vago, con el que se podrá ofrecer una opción para disminuir o en su caso bloquear el ataque epiléptico. La batería del estimulador es de aproximadamente seis a siete años.
El marcapaso es un material que únicamente actuará como un aparato que aliviará ciertos síntomas en el paciente, pero de ningún modo suple al medicamento que ingiere la persona que está en tratamiento. Existe la posibilidad de modificar o reducir las dosis en el epiléptico, pero nunca se suspenderán.
DISTRIBUCIÓN
Localización de dispositivos
Cuando un paciente ha sido diagnosticado como una persona que sufre epilepsia multifocal (distintas partes del cerebro), es cuando se opta por la computadora o el estimulador vagal. Es cuando el neurólogo o neurocirujano contacta a Sistemas y Dispositivos Cibernéticos, ubicado en la Ciudad de México, según expuso el distribuidor de estas computadoras, Jorge Carabias Anzorena.
Las posibilidades de adquirir un aparato de este tipo son múltiples. Puede contactarse un seguro de gastos médicos mayores, las compañías pueden pagarlo. Si no hay esta facilidad, puede también otorgarse en forma de pago directo o también con plan de financiamiento.
Otra de las opciones que existen, sobre todo para personas que no tienen posibilidades económicas, esrecurrir a la petición de ayuda a algunas fundaciones, como es el caso de Vamos México, Fundación Televisa o con beneficencia pública. Otra de las posibilidades y la última de ellas es que a través de la compañía fabricante ubicada en Estados Unidos también se busque un financiamiento. El teléfono para contactar a la compañía en México es 01 55 5242 5864, también a través de la dirección jcarabias@att.net.mx
