La abrupta y nada democrática salida en semanas anteriores del sampetrino “Chapo” Flores como presidente del PRI Estatal de Coahuila, obedece a intereses particulares.
El PRI, como los demás partidos, ha cambiado de forma pero no de fondo, mucho menos de estilo, el feudo sigue siendo centralista sobre las personas y militantes de este partido. El caso Murat en Oaxaca, uno de los Estados más pobres, la decisión fue autoritaria, después Veracruz donde Miguel Alemán, uno de los pocos cachorros de la Revolución que quedan, dispuso de ciudadanos y almas jarochas para imponer a Fidel Herrera. Ahora en el Estado de México donde les acaba de renunciar Isidro Pastor por la imposición arbitraria de candidatos por la cúpula Nacional y Estatal.
En Coahuila en los próximos meses o semanas se lanzará la convocatoria para la elección de candidatos para diputados federales, diputados locales y presidentes municipales y desde luego para gobernador del Estado.
Por lo pronto las renuncias de diputados y presidentes municipales ya está a la puerta de los segundos informes municipales para colgarse en otro puesto.
El “Chapo” Flores ex jefe del PRI Estatal y ahora gestor de “sepa la bola qué onda”, anda en la Región Lagunera destapado, inventando y reacomodando cuadros, uniendo intereses y gastando tinta y lana que es del pueblo, formando comités estatales y municipales, toda una farsa al mero estilo priista.
Miente quien diga que la democracia se implantó en los partidos políticos de México, sólo que la “dedocracia” en algunos partidos ahora es más visceral y se llama autoritarismo, mantenido éste por un centralismo del Comité Ejecutivo Nacional, del que los vasallos de muchos partidos aún no logran sacudirse.
Los priistas de Coahuila no deben dejarse manosear ni manejar como prostitutas o ser mercenarios por un miserable plato de lentejas. Sin embargo lo que hace Martínez y Martínez es obedecer al temible Roberto Madrazo y su anacrónica forma de mandar, que desde luego fue la que campeó durante siete décadas en el CEN del PRI. Parece y eso está bien en no aceptar en Coahuila la convocatoria que Madrazo manda en algunas asambleas regionales, porque viene desde la cúpula y en Coahuila y sobre todo en sus regiones existe (aún) gente que merece ser tomada en cuenta, pero Madrazo está resuelto a pasar sobre ellos y eso, en estos tiempos donde soplan vientos de transición, aunque no democráticos, debe decírseles un “Ya Basta”, de que a los priistas de Coahuila les quieran ver la cara; en otra obra bufa de las miles montadas por el Gobierno centralista.
El “Chapo” Flores es sólo una comparsa y parte de la banda dominguera, como lo es el actual presidente del PRI Estatal Miguel Arizpe Jiménez, quien lleva la batuta de esta sinfonía que recién comienza en forma desafinada es Madrazo vía Martínez y Martínez. El nuevo jefe priista de Coahuila Miguel Arizpe es un artículo más de decoración, la elección “dedocrática” de los 200 delegados al vapor lo dice todo y su triunfo fue aplastante 177 a favor, como para desgracia de los priistas coahuilenses lo es también el Congreso local con una mayoría de “levantadedos” y qué decir del IFE y Trife los niños consentidos del gobernador en turno al servicio del partido en el poder.
Total, señores priistas de Coahuila, la obra bufa que se avecina y promoviéndose, pocos serán los actores elegidos para el reparto final, los más se conformarán con actuaciones segundonas, los otros sólo agacharán la cabeza y seguirán a los pies de los de arriba.
La decadencia humana en todo su esplendor pronto se verá, por eso a los verdaderos priistas. Ojo, cuando tu voz no se escucha, es porque tú no eres nadie, sólo te queda obedecer como borrego lo que el centralismo falaz y el autoritarismo lúgubre te ordene.
¡Carajo eso debe de ser muy duro! Bueno, acuérdense mis tres lectores que por más de 70 años a nadie le importó y todos obedecían. ¿Ahora será lo mismo?
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