Asegura grupo extremista tener en su poder a dos turcos.
AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- La denominada “crisis de los secuestros” en Irak está pendiente de la vida de los siete camioneros retenidos desde hace más de dos semanas, después de que sus captores anunciaran que comenzarán a asesinarlos si no se cumplen sus exigencias.
Otro desenlace, en esta ocasión feliz, llegó ayer para un conductor turco, que fue puesto en libertad y pudo regresar a su hogar, en el sureste de Turquía.
Según la página de Internet de la cadena de noticias turca CNN-Turk, Mehmet Dayar, capturado el pasado 19 de julio junto a un compañero, fue liberado después de prometer que jamás volverá trabajar en Irak
Dayar se encuentra ahora en su domicilio de la ciudad turca de Cirze, cercana a la frontera iraquí, añadió la fuente.
La noticia de la liberación del camionero turco ha elevado las esperanzas en un desenlace similar para los tres colegas indios, tres kenianos y un egipcio, cuyos captores habían establecido la tarde de ayer como fecha límite antes de asesinarlos.
Los secuestradores, miembros del autodenominado grupo “Los portadores de las cintas negras”, exigen para sus liberación que la compañía kuwaití para la que trabajaban abandone sus actividades en Irak.
“Hemos decidido darle una última oportunidad a la compañía kuwaití y a sus países para que salven la vida de sus empleados y sus ciudadanos. Ampliamos el límite para que se cumplan nuestras demandas”, dijeron en un comunicado enviado a la prensa.
Esta es la segunda vez que ese grupo armado, uno de los muchos que actúan en Irak, amplían el plazo para salvar la vida de los rehenes, retenidos desde hace diez días.
Desde que comenzó la “crisis de los secuestros” en abril pasado, diferentes grupos han secuestrado a cerca de 70 ciudadanos extranjeros de más de 20 nacionalidades, algunos de los cuales han sido liberados, otros siguen retenidos y varios han sido asesinados.
Pendientes del desenlace, y esperanzados, están también las familias de cuatro camioneros jordanos, después de recibir el viernes noticias de que ayer serían puestos en libertad.
Según dijo a la prensa el hermano de uno de los secuestrados, uno de los captores se puso en contacto para anunciar su liberación tras saber que las familias habían participado en una manifestación antiestadounidense convocada ayer en Jordania.
Aumentando la tensión ayer el grupo terrorista conducido por el jordano Abu Musab al Zarqawi dijo que secuestró a dos conductores de camión turcos y los matará en 48 horas si su empresa no deja de trabajar en Irak, de acuerdo con un video transmitido por la televisora Al Jazzera.
El video entregado por el movimiento Tawid y Yihad de Al Zarqawi muestra a tres hombres armados y enmascarados de pie detrás de dos hombres sentados que muestran diversos documentos de identidad.
El grupo de Al Zarqawi se ha atribuido la responsabilidad de varios atentados cruentos y decapitaciones de extranjeros, como el empresario estadounidense Nicholas Berg, el traductor surcoreano Kim Sun-il y el conductor búlgaro Georgi Lazov.
Los grupos de secuestradores han puesto bajo presión al Gobierno interino iraquí, pero también se han granjeado el desprecio de muchos iraquíes y musulmanes, sobre todo desde la decapitación, el pasado jueves, de dos rehenes pakistaníes.
Políticos y religiosos han condenado el asesinato, y algunos reputados clérigos, como el líder radical shii Muqtada al Sadr, incluso han advertido que atentan contra las leyes del Islam.
El presidente interino iraquí, Ghazi al Yawar aseguró el viernes, tras una entrevista en Bagdad con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que el reciente aumento de los ataques y los secuestros “es un signo de la creciente debilidad” de los insurgentes y pidió a los países que no negocien con ellos.
Tanto EU como el Gobierno interino han asegurado que los secuestradores se vieron reforzados cuando Filipinas aceptó el chantaje y retiró a sus tropas de Irak para salvar la vida del camionero Angelo de la Cruz, hace tres semanas.
ARRESTAN A REPRESENTANTE DE AL SADR
Las tropas estadounidenses irrumpieron ayer en una de las oficinas del movimiento shiita que lidera el clérigo radical Muqtada al Sadr en la ciudad meridional de Kerbala y arrestó a uno de sus colaboradores.
En declaraciones a la prensa, uno de los trabajadores de la oficina asaltada aseguró que los soldados estadounidenses se llevaron esposado al director y representante del clérigo en la ciudad, Wazam al-Hasnawi.
Al Sadr puso en jaque a las tropas estadounidenses el pasado mes de abril provocando una insurrección shiita en el centro y sur del país después de que las tropas de ocupación cerraran su periódico afín “Al Hawza”.
Durante semanas, milicianos del “Ejército del Mahdi”, que él mismo dirige, combatieron a los soldados estadounidenses, que pusieron cerco a las ciudades santas shiitas de Kerbala y Nayaf, al sur de Bagdad, para detener al clérigo.
Los marines levantaron el asedio tras llegar a un acuerdo con Al Sadr, quien sin embargo no ha depuesto su levantisco desafío a las tropas estadounidenses y ha sumado a sus críticas al nuevo Gobierno interino iraquí.
Combates en Faluya, 20 muertos
Los combates entre las fuerzas estadounidenses y grupos insurgentes en la ciudad de Faluya dejaron muertos a 20 milicianos iraquíes, informaron ayer fuentes castrenses.
Un portavoz militar estadounidense, quien solicitó permanecer en el anonimato, dijo que los combatientes murieron durante los enfrentamientos ocurridos entre las 19:30 del jueves y la 1:00 del viernes.
El doctor Salim Ibrahim, funcionario de un hospital en Faluya, dijo el viernes que los combates habían dejado a 13 iraquíes muertos y a 14 lesionados. Muchos de los heridos, incluido al menos un niño, serían civiles alcanzados por los bombardeos estadounidenses.
Ibrahim dijo que no podía dar una cifra exacta de víctimas.
Los insurgentes iraquíes comenzaron los combates el jueves, al emboscar a una patrulla mediante balazos, fuego de mortero y lanzagranadas, antes de huir hacia los edificios de la ciudad, según los militares.
La violencia continuó en un área industrial y en 12 talleres de automóviles. Dos viviendas fueron destruidas.
Algunos testigos reportaron haber escuchado aeronaves que sobrevolaban la zona y lanzaban bombas, así como numerosos disparos de morteros hacia una base estadounidense.
Aproximadamente a las 00:30 del viernes, las aeronaves estadounidenses atacaron a un grupo de insurgentes descubierto en un edificio, y abrieron fuego contra cuatro vehículos, según los militares.
No hubo bajas entre los efectivos estadounidenses ni entre las fuerzas iraquíes de seguridad.
