Los ataques fueron perpetrados en Baquba, Ramadi, Faluya y Bagdad, a sólo seis días del traspaso de poder y han sido asumidos por el líder de Al Qaeda en esa región.
24 de junio 2004.
Madrid, (Notimex).- Al menos 88 muertos y más de 350 heridos es el saldo que han dejado hasta ahora los ataques en varias ciudades del norte y centro de Irak, en el marco de una intensa campaña de la resistencia para sabotear la transición del poder.
Los ataques masivos se registraron en las ciudades de Baquba, Ramadi, Faluya y Bagdad, a sólo seis días del traspaso de poder al nuevo gobierno interino y a 24 horas de que el primer ministro iraquí Lyad Allawi recibió dos amenazas de muerte, mismas que ha desafiado.
Una de las ciudades más golpeadas por los ataques ha sido Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, sacudida este jueves por siete explosiones de coche bomba que han dejado al menos 30 muertos y unos 170 heridos, según militares estadounidenses.
El asalto a Mosul, que de acuerdo con el reporte reproducido por la cadena estadounidense CNN está totalmente paralizada, comenzó esta mañana con la explosión simultánea de tres autos bomba que se cobraron la vida de un soldado e hirieron a policías iraquíes.
El Ministerio de Salud de Irak, en reportes de última hora, informó que al menos 44 personas murieron y 216 resultaron heridas en las series de explosiones registradas en esta jornada en Mosul, aunque advirtieron que el saldo podría aumentar pronto.
Los ataques en Baquba, a unos 60 kilómetros al noroeste de Bagdad, han dejado 18 policías iraquíes y tres soldados estadounidenses muertos al hacer blanco de comisarías de la ciudad, cuya principal intersección ha caído en manos de la resistencia.
Cientos de rebeldes pueden verse circulando de manera libre por la ciudad de Baquba, y según testigos, portan en las cabezas cintas amarillas con el nombre del grupo extremista musulmán "Saraya al Tawhid y Yihad" (Batallones de la Unificación y Guerra Santa).
El nombre de ese grupo resultó parecido al de la facción Yamat al Tawhid y Yihad (Monoteísmo y Guerra Santa), liderado por el extremista jordano Abu Musab al Zarqawi, quien según la televisora qatarí Al Yazira se ha atribuido los ataques de esta jornada.
Los ataques contra las oficinas de la policía iraquí de Baquba han sido respondidos por ofensivas aéreas de las fuerzas estadounidenses contra posiciones de la resistencia en esa localidad.
En la ciudad de Ramadi, a unos 110 kilómetros al oeste de Bagdad, el ataque inició cuando la estación central de policía se convirtió en blanco de varios ataques con granada, matando a oficiales y miembros de la defensa iraquí.
En esa localidad iraquí, los miembros de la resistencia también atacaron otras dos estaciones de policía con disparos de mortero, así como la vivienda de un oficial de seguridad matando al menos a tres personas, según testigos.
En Faluya, a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, se produjeron severos enfrentamientos entre miembros de la resistencia iraquí y fuerzas estadounidenses de la coalición, quienes arrojaron bombas de unos 250 kilogramos contra posiciones rebeldes.
El Primer Batallón de Infantería de Estados Unidos informó esta tarde que los ataques lanzados sobre las posiciones rebeldes fueron de naturaleza "estrictamente defensiva".
Un helicóptero estadounidense Cobra, que participaba en la ofensiva, fue atacado por el fuego de armas ligeras lo que obligó a su piloto a realizar un descenso imprevisto en las afueras de Faluya, aunque sin que se registraran consecuencias por lamentar.
Faluya, Baquba y Ramadi se encuentran ubicadas dentro del comprendido triángulo sunnita, donde se han registrado los mayores enfrentamientos entre la resistencia iraquí y las fuerzas de la coalición.
La violencia también sacudió a Bagdad, donde un suicida se inmoló cerca de la sección sureste de esa localidad conocida como Abu Dasheer, dando muerte a dos miembros de la defensa iraquí y tres civiles, e hiriendo a varias personas más.