Cada vez que sus hijos lo visitan le preguntan: ?¿cuánto tiempo te falta??
EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- José Juan Mejía López tiene tres años cumplidos en el Cereso de esta ciudad y por vez primera festeja el Día del Padre en compañía de su familia.
La condena recibida por homicidio doloso fue de trece. Ayer, todo esto parecía no importarle. Convivía amenamente con sus dos hijos, esposa y hermanos.
José tenía entre sus piernas a su hija, Katia Zuleima, de diez años de edad. Al lado izquierdo a su esposa, María Magdalena Quiroz y al otro, a Omar Alberto, el mayor de sus descendientes con 12 años.
La alegría los incitaba a demostrarse cariño de todas las formas: una mirada dulce de la niña a su padre y en respuesta de éste un beso, como si fuera el último que en su vida se darán. Frente a ellos los dos hermanos de José.
Su familia al igual que él es de Torreón. José tiene 32 años de edad. De acuerdo a su sentencia él debiera salir en el año 2014, pero un beneficio que le otorgaron en mayo de 2004, le permitirá salir un año tres meses antes de lo designado.
La espera les impacienta. ?Todos los días que vienen a verme mis hijos me preguntan que cuánto me falta, yo les digo que seis, cinco años, pero yo ya quiero estar con ellos y con la promesa de que me voy a portar bien?. En el reclusorio, el sonido con canciones ?movidas? animaba el ambiente. Unos con sus hijos, otros con sus esposas y algunos más sin compañía, más la que se brindaban entre los mismos internos. Había comida. Ayer fue domingo y no faltó el tradicional menudo, con su pan francés y chile de árbol.
Unos cargaban a sus niños, otros los abrazaban, pero todos terminaban en un cariño con un beso. El hermano de José, Margarito Mejía López, estuvo presente en el convivio. Él también está preso, pero en ese día ni su esposa ni sus hijos pudieron visitarlo. ?Es que no tenían dinero para venir, ellos viven en el fraccionamiento Zaragoza Sur?.
En un lado de la mesa la felicidad y del otro, a menos de un metro la tristeza. La esposa de Margarito fue a verlo hace ocho días, pero sus hijos tienen cerca de dos meses que no platican con él. Este día era el esperado y deseado por Margarito, pero no fue así.
El recital de poemas, las interpretaciones musicales y otras actividades mitigaron de alguna manera la tristeza de varios. Los niños eran los más felices, de los padres ni se diga. Zuleima sólo puede describir el sentimiento del momento: ?Alegría de ver a mi papá?.
Las enormes paredes de concreto y los guardias vigilando en las esquinas de ellas, recordaban la realidad. Las risas, las pláticas y las caricias entre familiares dieron un signo de esperanza: Regresar con sus seres queridos lo antes posible.
MODIFICACIONES
A un año de haber cambiado de director del Centro de Readaptación Social (Cereso) en San Pedro, se han rehabilitado:
* Áreas de módulos.
* Áreas de Seguridad y Custodia.
* Se llevó a cabo la clasificación criminológica de los internos.
* Oficinas administrativas.
* Área de convivencia familiar
* Área de talleres.
* Se construyeron nuevas casetas de seguridad.
* Se pintaron las celdas, colocaron vidrios e impermeabilizaron.
* Se adquirió más equipo de seguridad.
FUENTE: Dirección del Cereso
Beneficios
En lo que va del año, cerca de diez beneficios se han otorgado al mismo número de presos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de esta ciudad. A un año de encargarse la nueva dirección, se realizan rehabilitaciones de diversas áreas de acuerdo al programa estatal.
David Fernández Hernández, director del Cereso, asegura que con la reciente inspección del personal de la Comisión de Derechos Humanos (CDH), se pudo constatar el cumplimiento de señalamientos que la última vez había hecho este organismo.
?En el caso de los enfermos de Hepatitis, se tiene una dieta equilibrada, pero no nada más a los que tienen este mal, sino en general, porque no podemos estar haciendo comida diferente para cada uno, hay que cuidarlos de las grasas e irritantes?.
De manera constante los internos son atendidos con la aplicación de vacunas y diariamente se cita a los enfermos para diagnosticar su situación actual. Además, cuando un detenido ingresa al Cereso se le practica un examen para verificar su buen estado de salud.
?No puedo determinar exactamente cuántos de ellos entrar al reclusorio ya enfermos de este mal, porque muchos de ellos sólo permanecen en el área de indiciados, se resuelve su situación y se van, pero tratamos de cubrir todas las indicaciones de la CDH al máximo de acuerdo a la infraestructura que tenemos?.
La entrega de beneficios corresponde a cuatro del fuero federal y seis del fuero común. Mediante un análisis de la situación de cada interno, un consejo determina si el preso está apto para recibir una reducción a su condena.
Para ello los reos deben cumplir una serie de actividades educativas, deportivas, culturales, de taller; así como mantener una buena conducta y no recibir castigos. ?Deben tener una participación en todas las actividades?.
Admite que a su llegada al reclusorio, detectó una atención hacia los internos que no es la adecuada. Uno de los objetivos de la dirección es ?promover ante el juzgado las visitas carcelarias porque muchas veces los presos no tienen el dinero para pagar un abogado?.
El fin de semana hubo un incremento en la población del Cereso, sin embargo, Fernández Hernández asegura que no afecta debido a que es esporádico.
