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OMC aprueba sanciones económicas contra EU

La Unión Europea, Japón, Canadá, Brasil, India, México, Chile y Corea del Sur fueron afectados.

Agencias

GINEBRA, SUIZA.- La Unión Europea (UE) y sus aliados obtuvieron luz verde ayer para imponer sanciones por unos 150 millones de dólares contra bienes estadounidenses en una disputa que podría avivar las tensiones comerciales a pocos meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Los árbitros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) respaldaron a la Unión Europea y otros siete miembros de la OMC en su demanda de sanciones después de que Estados Unidos no revocara una Ley en contra de la competencia desleal, la llamada enmienda Byrd, que en repetidas ocasiones ha sido declarada ilegal por la organización, cuya sede está en Ginebra.

El comisario de Comercio de la UE, Pascal Lamy, instó en Bruselas a Washington a que anule la controvertida Ley. "Espero que Estados Unidos actúe ahora y retire la medida, evitando así el riesgo de sanciones", dijo.

En Washington, un portavoz del representante de Comercio, Robert Zoellick, repitió su promesa de hace tiempo de "trabajar estrechamente con el Congreso" para cumplir con la reglamentación de la OMC.

"Estados Unidos sigue comprometido en la resolución de este tema de forma que promocione la competitividad de los trabajadores estadounidenses", dijo el portavoz Christopher Padilla.

Los árbitros de la OMC, en un fallo de más de 60 páginas, no establecieron una cantidad para las represalias, pero fijaron una fórmula que podría ser usada por los demandantes para fijar aranceles punitivos.

La enmienda Byrd obliga al Gobierno de Estados Unidos a distribuir dinero recaudado en aranceles en contra de competencia desleal impuestos a empresas extranjeras acusadas de vender productos por debajo de precio de costo a firmas estadounidenses, que dicen que han sufrido por esta práctica.

Respuesta

La Unión Europea, Japón, Canadá, Brasil, India, México, Chile y Corea del Sur argumentaron con éxito en la OMC que estos pagos a las empresas estadounidenses de rodamientos, acero, velas, pasta, mariscos y otras, constituían un subsidio ilegal.

Estos países habían pedido que se les permitiera emprender represalias en forma de sanciones por igual cantidad, pero la fórmula planteada por los árbitros establece la cifra en 72 por ciento.

Washington argumentó que no podía probar daños directos a compañías competidoras y que por lo tanto no se merecían las sanciones.

Basándose en los desembolsos según la enmienda en el 2003, la UE dijo que las sanciones actuales podrían sumar hasta 150 millones de dólares para los ocho miembros. Pero la cifra podría aumentar en los años venideros si el Congreso no actúa.

Japón podría ser un gran beneficiado, al poder llevarse sus compañías alrededor de dos tercios de la recaudación impuesta por Estados Unidos este año hasta la fecha, según funcionarios de comercio.

La disputa es una de varias que involucran al Gobierno del presidente George W. Bush, un declarado defensor del libre comercio acusado por sus críticos de ser reacio a ceder a las reglas de la OMC cuando éstas son en contra de Estados Unidos.

La controversia ha hecho que se pueda hablar en el Congreso que la OMC está sobrepasando su autoridad.

Un asistente del Senado, que pidió no ser identificado, dijo que "no será posible" que el Congreso anule simplemente la enmienda.

"Creo que va a ser muy difícil, si no es imposible, hacer algo este año", dado el riguroso calendario legislativo antes de las elecciones presidenciales del dos de noviembre, según el asistente parlamentario.

Sin embargo, los diplomáticos dijeron que la UE no tendría prisa en imponer las sanciones, que son un arma de doble filo y que podrían también dañar a las compañías exportadoras.

"La victoria legal se ha ganado y la preferencia sería que Estados Unidos simplemente vea que no se puede seguir así (...) y que retire la ley", dijo un diplomático en Bruselas.

EU entra a un bache

La confianza de los consumidores estadounidenses se retrajo en agosto mientras la actividad en las empresas del área de Chicago se desaceleró, mostraron informes publicados ayer que acrecentaron la preocupación de que el bache de crecimiento lento de la economía podría prolongarse después del verano.

La desaceleración de cuatro meses en las contrataciones y los precios récord del petróleo hicieron mella en la confianza, y el Índice mensual del Conference Board cayó más de siete puntos en agosto a 98.2, desde una cifra modificada de 105.7 en julio. La lectura estuvo bien por debajo de las proyecciones de los economistas, que esperaban una pequeña caída a 103.5. Las esperanzas de los consumidores sobre el estado actual de la economía y sus perspectivas se diluyeron, y el índice de la situación actual cayó a 100.7 en agosto desde 106.4 el mes anterior. El índice de expectativas bajó abruptamente a 96.6 desde 105.3.

Un informe separado mostró que las empresas de la zona central de Estados Unidos presentaron un crecimiento más lento en agosto, y el Índice de la Asociación Nacional de Gerentes de Compras de Chicago cayó a 57.3 en agosto desde 64.7, una caída mayor que la que habían pronosticado los economistas, a 60.8.

Los datos más débiles arrojan nuevas preocupaciones sobre las perspectivas de crecimiento. Más economistas están comenzando a cuestionar las perspectivas del gasto de los consumidores, el cual impulsa dos tercios de la economía, debido a que el crecimiento de los ingresos está estancado. Aunque el gasto rebotó en julio, esta recuperación provino más de los ahorros o el crédito que de los ingresos.

Piden más empleos

"Es necesaria una reaceleración de las contrataciones para mejorar la disposición de los consumidores frente a la economía.

Más empleos generarán también un crecimiento más rápido de los ingresos para respaldar el gasto de los consumidores", dijo Steven Wood, economista jefe de Insight Economics, en Danville, California.

"Mucho de esto está en que las empresas contraten más trabajadores", dijo.

Los índices de acciones caían al mediodía y el dólar se debilitó debido a que las cifras arrojan más dudas sobre la fortaleza de la economía, mientras que los precios de los bonos del Tesoro subieron y presionaron los rendimientos de los títulos a diez años a los mínimos de cinco meses.

Incluso con las señales de que el crecimiento se está desacelerando por debajo de la máxima velocidad de la economía, y perjudicando las contrataciones, los funcionarios de la Reserva Federal han dicho que tienen la intención de seguir subiendo las tasas de interés paulatinamente en las próximas reuniones, porque opinan que las tasas de los fondos federales en el actual 1.5 por ciento son demasiado expansivas.

Mientras el mercado de bonos ve a la Fed llevando las tasas oficiales de interés interbancarias por encima del dos por ciento a fin de año, ha bajado el tono respecto a los anticipados incrementos en las tasas en el 2005. La próxima reunión de la Fed es el 21 de septiembre.

Muchos economistas creen que es necesario un crecimiento más fuerte del empleo para que el banco central siga subiendo las tasas. Se espera que el informe de empleo de agosto, que se publicará el viernes, muestre un aumento a 160 mil en las nóminas no agrícolas, por encima del magro incremento de 32 mil de julio.

Reacción diplomática

Varios diplomáticos dijeron que los árbitros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) respaldaron a la Unión Europea y otros siete miembros de la OMC en su demanda de sanciones después de que Estados Unidos no revocara una Ley en contra de la competencia desleal, la llamada enmienda Byrd, que en repetidas ocasiones ha sido declarada ilegal por la organización con sede en Ginebra.

"Hemos ganado porque Estados Unidos había argumentado que no habría sanciones debido a que dijeron que no había impacto en el comercio por esta medida (la enmienda Byrd)", dijo un diplomático de uno de los países involucrados en la disputa.

Los árbitros de la OMC, a quienes se había pedido que emitieran un fallo después de que Estados Unidos decidiera disputar la solicitud de sanciones, no establecieron una cantidad fija para las represalias pero plantearon una fórmula que los países pueden aplicar.

La enmienda Byrd obliga al Gobierno de Estados Unidos a distribuir dinero recaudado en aranceles en contra de competencia desleal impuestos a empresas extranjeras acusadas de vender productos por debajo de precio de costo a firmas estadounidenses, que dicen que han sufrido por esta práctica.

La Unión Europea, Japón, Canadá, Brasil, India, México, Chile y Corea del Sur argumentaron con éxito en la OMC que estos pagos a las empresas estadounidenses de rodamientos, acero, velas, pasta, mariscos y otras, constituían un subsidio ilegal.

Estos países habían pedido que se les permitiera emprender represalias en forma de sanciones por igual cantidad, pero la fórmula planteada por los árbitros establece la cifra en 72 por ciento.

APOYOS ECONÓMICOS

La enmienda Byrd, que goza de un fuerte respaldo político en el Congreso de Estados Unidos, hasta ahora ha distribuido unos 700 millones de dólares entre empresas estadounidenses, pero la cifra podría aumentar a varios miles de millones en los próximos años.

La disputa es una de varias que involucran al Gobierno del presidente George W. Bush, un declarado defensor del libre comercio acusado por sus críticos de ser reacio a ceder a las reglas de la OMC cuando éstas son en contra de Estados Unidos.

En el caso de la enmienda Byrd, Bush ha propuesto derogar la cláusula, pero ha enfrentado la fuerte oposición tanto de los republicanos como de los demócratas en el Congreso, quienes dicen que la OMC se está excediendo en su autoridad.

Brasil, país afectado

Brasil dijo que la autorización de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a imponer sanciones contra bienes de Estados Unidos refuerza la legitimidad del reclamo para que este país adapte su legislación a las normas del organismo.

La Unión Europea y países como Brasil, México y Chile, entre otros, obtuvieron luz verde de la OMC para adoptar represalias comerciales contra productos estadounidenses luego de que este país no revocara una Ley contra la competencia desleal, conocida como 'enmienda Byrd', varias veces declarada ilegal por el organismo con sede en Ginebra.

"La decisión confirma que la posición estadounidense (sobre la enmienda Byrd) estaba equivocada. Los acuerdos en la OMC no permiten una enmienda como la Byrd", dijo el coordinador general de Contenciosos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Roberto Carvalho de Azevedo.

El diplomático indicó que la decisión "evita un efecto dominó, porque varios países habían amenazado con medidas similares" a la enmienda estadounidense.

La enmienda Byrd dispone que el Gobierno de Estados Unidos distribuya entre firmas de su país el dinero recaudado por aranceles contra la competencia desleal impuesto a empresas extranjeras acusadas de vender productos por debajo de precio de costo.

Carvalho de Azevedo indicó, también, que una decisión sobre si Brasil ejercerá el derecho de usar las represalias a las que fue autorizado debe ser tomada por el Gobierno.

En fallos que favorecieron a Brasil anteriormente en la OMC, el país nuca usó su derecho a adoptar represalias. Estados Unidos es el principal socio comercial de Brasil.

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