El combustible es adulterado con Metanol.
EL SIGLO DE TORREÓN
La estrategia consiste en perforar ductos de Pemex.
TORREÓN, COAH.- Al menos tres bandas bien organizadas de “ordeñadores” de combustible operan en la región, en contubernio con autoridades, algunos propietarios de gasolineras e incluso hasta empleados de Petróleos Mexicanos (Pemex). Son los expendedores quienes adulteran la gasolina y el diésel con metanol y otras sustancias químicas provenientes de Estados Unidos.
En una investigación realizada por El Siglo de Torreón, se logró ubicar varios puntos en los cuales los “ordeñadores” perforan los ductos de Pemex, en el transcurso de la madrugada, protegidos por elementos policíacos.
Uno de estos infractores explicó que fueron ingenieros, ex trabajadores de la paraestatal, quienes “vendieron” la idea hace ya algunos años, a varias personas, quienes fueron adiestradas para sacar, sin riesgos, gasolina o diésel de los oleoductos, ubicados en los alrededores de la Comarca Lagunera, tanto de Coahuila como de Durango y otros puntos de Nuevo León.
Entre los sitios donde acostumbran realizar el saqueo de combustible, están: Frente a la antigua planta Renault, ahora LG-Philips, donde hace algunos años capturaron a dos miembros de la familia Burciaga, así como a Jaime Rosales Rodríguez, “El Manotas”, actualmente en prisión acusado de ser copartícipe en el homicidio de Enrique Casillas Treviño, así como dos elementos de la Policía Preventiva del Estado (PPE).
Otra más por el canal de Sacramento, a la altura de la pequeña propiedad Paredón, así como en una brecha de San Pedro que lleva a Sabinas, Hidalgo, Nuevo León y cuya toma alcanza un kilómetro hasta donde llenan los tanques de 200 litros e incluso camiones pipa de hasta 15 mil litros. Si se continúa hasta el lugar llamado “Las Tetas de Juana”, se encontrarán más tomas clandestinas.
Para la “ordeña” de los ductos, las bandas emplean válvulas especiales que alcanzan los tres mil pesos y son de alta presión, manufacturadas en Estados Unidos, en tanto que las naciones frisan entre los 600 y mil 200 pesos.
Dichas válvulas consisten en un cincho que se pone alrededor del ducto, que una vez ajustado se comienza a girar la manivela que lleva una punta de diamante hueca, similar a un machuelo que hace que la rebaba del metal sea expulsada hacia fuera. Si se emplean otras pueden provocar una explosión, lo que ya ha ocurrido en anteriores ocasiones.
Tan pronto queda “conectado” este artefacto, se le une a una manguera especial para alta presión también, que en el otro extremo, a cien o mil metros incluso, tiene otra válvula para poder regular el chorro del combustible.
Protección
De acuerdo a lo manifestado por el informante, cuya identidad se omite por razones obvias, son algunos elementos de la Policía Preventiva del Estado (PPE), los que todavía les siguen brindando protección a los “ordeñadores” a cambio del pago correspondiente: gasolina.
Dicho combustible es vendido por los agentes a mitad de precio en una gasolinera ubicada a la salida de Lerdo, Dgo., lo que les representa jugosas ganancias, sobre todo si la cantidad es considerable.
Estimó que en tan sólo diez minutos, pueden llenar un tanque de mil litros, gracias a las válvulas y mangueras de alta presión.
La labor se realiza siempre de noche, por lo general, de las 22:00 horas en adelante, contando para ello con varios vigías que portan sus respectivos walkie talkies.
A esta protección se suman los elementos de vigilancia de Pemex, quienes por su respectiva comisión, se hacen de la vista gorda durante los recorridos para detectar tomas clandestinas.
Cliente distinguido
Como principal comprador, la fuente anónima señala al propietario de un expendio de San Pedro de las Colonias, Coah., miembro del Grupo Gasolina del Norte, que transporta el combustible en su propia pipa.
Esta persona, de la que no quiso mencionar su nombre, trabaja en contubernio con las bandas de “ordeñadores” y además acostumbra “bautizar” la gasolina con metanol y otras sustancias químicas que importa de manera ilícita de Estados Unidos.
También hay un grupo de ejidatarios del ejido La Unión, que “compran” el diésel y la gasolina para venderla en un corralón ubicado en el mismo poblado.
De todo lo anterior tienen conocimiento las autoridades pero por convenir a sus intereses, no intervienen.
Las bandas
Entre los grupos bien identificados por las autoridades como “ordeñadores” de combustible, están:
*El de “Güicho Domínguez”.
*El de “Pepe Copas”.
*Y una ramificación de los anteriores.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
