La operación especial de la policía complementa el inicio de un patrullaje de 300 agentes por turno en Rocinha.
12 de abril de 2004.
RIO DE JANEIRO, Brasil (Reuters) Más de mil 200 policías iniciaron hoy una operación especial en dos grandes favelas de Rio de Janeiro, tratando de capturar a más de un centenar de presuntos narcotraficantes luego que choques entre bandas rivales dejaron ocho muertos durante el fin de semana.
Una serie de fuegos artificiales estallaron en el aire, como señal de alerta para los narcos de que los agentes se acercaban a las favelas Rocinha y Vidigal, mientras helicópteros policiales sobrevolaban las agrestes colinas donde están enclavadas.
La mayor favela de Rio con más de 150 mil habitantes, donde el viernes ingresaron traficantes de la vecina Vidigal en un intento de copar puntos de venta de drogas, según las autoridades.
El comandante general de la Policía Militar de Río, coronel Renato Hottz, dijo el lunes a la prensa que durante la operación se rastrillará el área, incluyendo sus bosques, en busca de los traficantes de drogas que dominan las dos favelas.
"El objetivo es arrestar al mayor número posible", anticipo Hottz, agregando que ya se habían tomado puntos estratégicos en las dos barriadas pobres.
"Estamos entrando con una operación de barrido, desplegando mil 237 hombres", que incluyen los 300 del turno de patrullaje rutinario iniciado el viernes en Rocinha, sostuvo el coronel.
"La capital (estatal) está de guardia y vamos a desarrollar este trabajo en todo el área para devolver la paz de una vez por todas", aseguró el coronel mientras los helicópteros policiales sobrevolaban el área.
La operación incluye grupos especializados, como la policía forestal, ya que las colinas o "morros" donde se enclavan las favelas incluyen selva tropical atlántica y roquedales que ofrecen escondites difíciles de ubicar, dijo Hottz. "La idea es presionar en varios frentes".
Los tiroteos entre bandas de narcotraficantes y sus esporádicos choques con la policía cobran en forma rutinaria víctimas inocentes en las favelas de Rio e incluso en avenidas que pasan a su lado.
La nueva ola de violencia comenzó en la madrugada del viernes, cuando traficantes de la favela Vidigal interceptaron autos en una avenida y los usaron para intentar atacar a bandas rivales en Rocinha.
En el incidente y posteriores choques con la policía a lo largo del fin de semana murieron cuatro personas que no estaban vinculadas en el conflicto, además de dos agentes y dos presuntos narcotraficantes, según las autoridades.
