EL PAÍS
CISJORDANIA.- El Tribunal Supremo de Israel ordenó ayer al Ejército modificar el trazado de 30 kilómetros de muro ya construido o en fase de ejecución, que se encuentra al noreste de Jerusalén, ya que perjudica los derechos y la libertad de más de 35 mil palestinos.
Con esta resolución sin precedentes los jueces israelíes dan la razón a ocho ayuntamientos palestinos, que el pasado mes de marzo plantearon un recurso contra el muro ante el Supremo. Los jueces deberán resolver en breve una veintena de quejas palestinas similares.
Los vecinos de los ayuntamientos palestinos de Beit Sourik, Bidu, El Kabiba, Katane, Beit A’anan, Beit Likia, Beit Ajaza y Beit Daku, a las puertas de Jerusalén, gritaron victoria, al conocer la resolución del Tribunal Supremo en que les da la razón en su litigio con el Ejercito sobre el trazado del muro. Los vecinos de la zona habían asegurado que la muralla les impedía acceder a los campos de cultivo, a los centros sanitarios, a las escuelas y universidades, cercenado los recursos acuíferos, apropiado de parte de sus tierras y además cortado las vías de acceso a la capital de la Cisjordania palestina, Ramallah, donde se encuentran los servicios administrativos.
Los tres jueces del Supremo de Jerusalén a lo largo del medio centenar de folios reconocen la mayor parte de estos derechos y perjuicios ocasionados a los palestinos y ordenan al ejercito modificar el trazado de la muralla e incluso destruir parte de la barrera que ha sido ya construida, para reestablecer de esta manera los derechos usurpados a los vecinos.
Los magistrados aunque reconocen el derecho del Gobierno de Israel a construir el muro para evitar los ataques de los activitas radicales palestinos, trata al mismo tiempo de defender y preservar los derechos de los vecinos, al asegurar en uno de los considerandos que “los criterios de seguridad tomados en consideración son desproporcionados en comparación con las necesidades humanitarias y el Tribunal ordena al mando del Ejército israelí reducir los prejuicios a los derechos de los ciudadanos y reconsiderar el trazado de la barrera”.
La sentencia es un hecho sin precedentes en el conflicto entre el Gobierno isralí con los palestinos sobre el muro y deja la puerta abierta a que se pueda modificar el trazado de otros sectores.