México,(EFE).- La virgen española de la Encarnación, la diosa azteca Tonantzin y 30 deidades mexicas más que representan la fertilidad y la reproducción de la tierra dieron origen al culto de la Virgen de Guadalupe, según un experto.
El historiador mexicano Eduardo Corona afirmó que la imagen de la Virgen de Guadalupe es resultado de un "sincretismo mudéjar-mesoamericano" durante su intervención en el I Congreso Guadalupano, celebrado en la capital mexicana del 8 al 10 de diciembre.
"Lo que busco es reivindicar la visión de los vencidos, que ya no sea una sociedad dominada, y recuperar la verdadera identidad americana", dijo el especialista que se ha dedicado en los últimos tres años a investigar el origen de la Virgen de Guadalupe.
Corona, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aclaró que la virgen de la ciudad extremeña de Guadalupe, en el oeste de España, no fue el modelo que dio origen a la Virgen de Guadalupe en México, como se argumentaba desde hace algunos años, debido a que la imagen de ambas no concuerda.
Agregó que la Virgen del Santuario de Guadalupe, en Extremadura, es negra, con el manto rojo, bastón de mando y carga a un niño: "Es una imagen de poder, que implica violencia y destrucción, elementos favorables para la conquista, pero no en América, sino en relación con los moros y el sincretismo europeo y mudéjar".
En cambio, la imagen de la Virgen de Encarnación es similar a la mexicana, con "rayos solares y manto con estrellas y luna, mucho más cercana a la de nuestra Virgen de Guadalupe".
Otro de los elementos que contribuyeron a la creación del culto a la virgen lo ofrece el cronista Fray Bernardino de Sahagún en su "Historia general de las cosas de la Nueva España", quien señala que en uno de los montes cercanos a donde se construyó la capital de la Nueva España había un templo "dedicado a la madre de los Dioses, que ellos la llamaban Tonantzin, que quiere decir nuestra madre".
"Allí hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa, y venían a ellos de muy lejanas tierras, de más de veinte leguas de todas estas comarcas de México, y traían muchas ofrendas: venían hombres y mujeres y mozos y mozas", señala el texto.
El cronista de los primeros años después de la conquista relata que todos decían "vamos a la fiesta de Tonantzin". Y una vez edificada allí la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, también la llaman Tonantzin, "tomando ocasión de los predicadores".
"Vienen ahora a visitar a esta Tonantzin de muy lejos, lo cual es muy significativo porque en todas partes hay muchas iglesias de Nuestra Señora y no van a ellas. Vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente", advierte el fraile.
La investigación sobre el origen de la Virgen de Guadalupe, principal figura religiosa de los mexicanos y patrona de América, es parte de un proyecto más amplio para analizar la conquista de América, no con la visión de una tragedia sino como un proceso histórico, explicó el historiador.
Este proceso abarca "desde la etapa romana, con los visigodos, y la conformación de los árabes en España, hasta el mestizaje cultural que se trasplanta en América", de acuerdo con los resultados de esta investigación, en la que se ha escarbado en los archivos más antiguos de España, Cuba y México.
Corona indicó que en Cuba "se realiza el primer experimento con los pueblos indios y la implantación de empresas de conquista, que posteriormente se extenderían hacia la Nueva España", concluyó.
El 12 de diciembre se celebra en este país la fiesta de la Virgen de Guadalupe, ante quien desfilan millones de peregrinos y un puñado de famosos que, como cada año, cantan "Las Mañanitas".