AGENCIAS
ESTAMBUL, TURQUÍA.- Los líderes de la OTAN concluyeron ayer una cumbre de dos días en Estambul, la primera tras las divisiones provocadas por la guerra de Irak y que puso de manifiesto que ese tema sigue siendo motivo de discrepancias entre los Aliados.
La presencia de los dirigentes, entre ellos el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, convirtió a Estambul en una ciudad blindada, con enormes medidas de seguridad, que no pudieron evitar que saltara ayer la alarma al estallar un paquete en un avión de las líneas aéreas turcas “THY”, que había aterrizado en el aeropuerto de la ciudad.
Tres empleados turcos que limpiaban el aparato resultaron heridos a causa de la explosión, según un portavoz de la compañía aérea.
La cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se vio sacudida por acontecimientos externos, como el traspaso de poder a las nuevas autoridades iraquíes el lunes en Bagdad, adelantado dos días, por lo que coincidió con la apertura de la reunión y con el anuncio del acuerdo para contribuir al entrenamiento de las fuerzas de seguridad.
Por primera vez, entre esos dirigentes se encontraba y tomó la palabra el presidente afgano, Hamed Karzai, que aprovechó la ocasión para agradecer la decisión de la OTAN de ampliar su misión en Afganistán y pidió a la Alianza que acelere el despliegue de refuerzos en su país.
Además confirmó en una rueda de prensa que los comicios, los primeros democráticos que se celebrarán en Afganistán, tendrán lugar en la fecha prevista pese a algunos problemas técnicos, “porque así lo espera el pueblo afgano”.
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, se esforzó en que la cumbre que ayer concluyó simbolice la recuperación de la unidad tras las divisiones provocadas por la guerra de Irak.
El acuerdo alcanzado, sin embargo, es muy abierto ya que deja sin precisar las modalidades de la ayuda al adiestramiento de las fuerzas iraquíes, es decir cómo se llevará a cabo, dónde y cuándo.
Pese a esas imprecisiones, Scheffer consideró que “el mensaje básico de Estambul” sobre Irak “es claro”.
El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que reiteró ayer que España no participará en el adiestramiento, dijo que el comunicado acordado deja a los países las manos libres a la hora de decidir qué harán, ya que sólo “invita” a contribuir al adiestramiento y alude a la “voluntad” de las naciones para hacerlo.
Sin embargo, fuentes estadounidenses interpretan el acuerdo alcanzado sobre la ayuda a Irak como un paso para que la OTAN abra la puerta a una futura implicación directa en el proceso de estabilización de ese país.
Pero el presidente francés, Jacques Chirac, volvió ayer a rechazar esa posibilidad al afirmar que “no abre la puerta para nada”.
Sobre los diferentes puntos de vista con EU en torno a ese tema, Chirac afirmó que “hay divergencias de opinión. Somos amigos, aliados, no somos siervos y cuando no estamos de acuerdo lo decimos”.
Con este telón de fondo, el Consejo del Atlántico Norte de la OTAN, formado por los embajadores en Bruselas, tendrá que emplearse a fondo en los próximos días para elaborar “las modalidades” sobre la contribución al entrenamiento de las fuerzas iraquíes que le han encomendado los líderes en Estambul.
Francia, España, Alemania y Grecia se oponen a cualquier implicación directa de la OTAN en Irak, incluido el entrenamiento sobre territorio iraquí.
