Desencanto
Ya todo se ha acabado cielo mío,
ya las risas no afloran a mi boca,
y mi mente tu imagen ya no evoca,
ya vino a nuestras vidas el hastío.
El olvido que todo lo destruye,
ha cubierto de cenizas mi pobre alma;
mi triste corazón no tiene calma,
y se aparte de ti, se aleja, huye.
No quiere más contacto con tu vida,
que tantas amarguras le trajera;
y deshecho y doliente hasta que muera,
recordará tu vil pasión tan fe mentida.
Fuiste cruel, fuiste falso y mentiroso,
me dejaste quererte locamente,
y cuando más te amaba tiernamente,
fuiste conmigo inmensamente odioso.