Entregué a un hijo
Hoy abrí mi corazón
plasmado de incredulidad
hoy comencé otra etapa
que implica responsabilidad
sentí que senté cabeza
que maduré muy a fuerza
que ya no soy la de antes
que el tener que dar empieza
que ya no rezo por cuatro
ahora ya somos cinco
y pido duro y con ahínco
que pronto seamos seis
que es duro el trance vivido
pero al ver tanta alegría
mi corazón encogido
no sintió melancolía.
Aprobada la carrera
Y con un sentimiento raro
con satisfacción suspiro
por ese tiempo ya ido
que siempre será anhelado.