Se me casaron
Se fueron los hijos, los casó Cupido
amar y querer y que rechine el tiempo
acabaste todo tu deber cumplido
no hay nada qué hacer ni oponerse al tiempo.
Pasó junto a mí tan pronto
toda esa realidad
toda una vida juntos
que deja su prioridad
y me dieron muchas ganas
muchas ganas de llorar,
yo pregunto con asombro
y decirme quien sepa más
¿Cómo adquiere uno el consuelo?
¿Cómo es que llega la paz?
Nunca se olvida el calor
cuando el nido lleno está
ese alboroto que causa
costumbre y felicidad.
Esa compenetración ganada
a través del rudo andar
de repente es olvidada
por otra por comenzar.
Ese cariño a los hijos
que quisieras amarrar
y sin jugar acertijos
el corazón se va a desgarrar.
Ese cuarto tan vacío
que no quiero ya ni ver
sólo alberga mil recuerdos
imposibles de volver.
El amor que Dios me ha dado,
convertido en fuerza está
como fuente de repuesto
fluyendo a todo manar.