Mi querido niño
Cuando eras pequeño te tuve en mis brazos,
y todo mi empeño fue estrechar los lazos,
de amor y ternura con que te cuidaba,
y con gran dulzura yo te amamantaba.
Cerquita a mi pecho mi calor te daba,
me iba a mi lecho muy tarde y cansada,
pero satisfecha porque te cuidaba,
y con gran dulzura yo te amamantaba.
Pero el tiempo pasa mi precioso niño,
y un día de mis brazos te arrancó el destino,
y en mi triste casa, ya no estaba el niño.
Y fue por la vida cual ciego torrente,
sin fe ni cariño; y en loca carrera
destrozó su frente,
acabó su vida mi querido niño.