Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

P O E M A

Cuquita

A mi madre ausente

Madrecita linda,

madrecita buena

que al cielo volaste

llenando mi vida de pena;

¿por qué me dejaste?

Todo era alegría

cuando tú vivías,

irradiabas dicha,

ternura y calor;

me sentía dichosa

cuando sonreías,

al darme tu gracia,

tu paz y tu amor.

Desde que era niña

tú guiaste mis pasos

y fuiste más tarde

luz en mi camino;

y tierna y amante

me abriste tus brazos

cuando despiadado

me golpeó el destino.

Ahora no tengo tu amor y ternura

ahora me faltan tu paz y tu luz,

pero como herencia

me dio tu dulzura,

la santa creencia

en Cristo Jesús.

Me dijiste un día:

si eres desgraciada,

si sólo te envuelven

tristeza y dolor

ven hijita linda,

ven hijita amada,

acércate al trono

del santo Señor.

Acércate hija,

inclina tu frente,

dobla tu rodilla,

humilla tu voz

y con voz contrita,

santa y reverente,

acércate hija,

acércate a Dios.

Y a él he acudido

llena de tristeza,

buscando el alivio

para mi dolor,

y en su amante pecho

puse mi cabeza,

y él me dio su gracia

y me dio su amor.

Me cubrió amoroso con

su santo manto,

llenando mi vida de tranquilidad,

ungió mis heridas

con bálsamo santo,

rebozó mi copa de felicidad.

Torreón, Coah., mayo de 1957.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 87698

elsiglo.mx