WASHINGTON, (Reuters) - La infección con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) debería considerarse un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares y, en especial, para la aterosclerosis, dijeron investigadores.
"Nuestros hallazgos sugieren que sería razonable considerar la infección por VIH como un factor de riesgo cardíaco", dijo en un comunicado Priscilla Hsue, profesora asistente de medicina de la Universidad de California en San Francisco.
"Otros factores de riesgo, como la concentración elevada de colesterol y la hipertensión arterial, necesitan ser tratados agresivamente en los pacientes portadores del VIH -incluso si eso significa cambios en sus medicamentos contra el VIH, el virus que causa el sida, para controlar las concentraciones de colesterol", añadió.
La infección por VIH es incurable y casi siempre fatal, pero puede controlarse cocteles de medicamentos caros y a menudo complejos. Estas mezclas mantienen a los pacientes sanos, pero pueden tener efectos secundarios, como el aumento del colesterol en la sangre y cambios metabólicos.
En la revista de la American Heart Association, Hsue y sus colegas dijeron que habían estudiado a 148 pacientes infectados con el VIH. La edad promedio de los participantes fue de 45 años, llevaban 11 años infectados y estaban siendo tratamiento con cocteles de fármacos.
Los pacientes se compararon con 63 adultos no infectados, emparejándolos por edad y género.
Los investigadores utilizaron la técnica de ultrasonidos para determinar el grosor de las arterias carótidas, situadas en el cuello, que suministran sangre al cerebro. El grosor de estas arterias es una indicación de aterosclerosis, que es el engrosamiento de las arterias por una placa de depósitos de sustancias grasas. Como consecuencia, las paredes de las arterias comienzan a perder su elasticidad.
Como promedio, las arterias carótidas resultaron significativamente más gruesas de lo normal en los pacientes con VIH. En el 45 por ciento de los infectados se halló una acumulación de depósitos de grasa en el revestimiento interno de las arterias.
El virus del sida, por sí mismo, podría ser una causa, añadió Hsue, porque los pacientes con mayores daños en su sistema inmunitario presentaron un caso peor de aterosclerosis.
